Cómpeta

Cómpeta, Árchez, Salares, Sedella, Canillas de Albaida, Canillas de Aceituno, pueblos todos ellos al pie de las impresionantes Sierras de Tejeda und Almijara; pueblos todos ellos moriscos, donde la vid fue el principal cultivo, y aún constituye un elemento destacado en su paisaje y en su economía; forman un grupo de características similares, ejemplo y espejo de la Axarquía auténtica en paisaje, en formas de vida y en historia.

El entramado de sus calles, la arquitectura de sus casas encaladas formando rincones pintorescos e inolvidables les confiere una seña de identidad única hasta tal punto que forman lo que se conoce como la Ruta del Mudéjar.

De Cómpeta hay que destacar su conjunto urbano, de los más espectaculares de la provincia, y de él la Iglesia de la Asunción.

Historia

Algunos autores sostienen que el actual nombre del municipio podría derivar del término latino "compita", que significa cruce de caminos; y aunque por su característica situación al norte de la Axarquía debió ser lugar de paso desde la costa al interior en tiempos de la lejana Prehistoria, y luego con los pueblos ibéricos y los colonizadores romanos, lo cierto es que las páginas de su historia se abren a partir de la dominación musulmana y la posterior conquista cristiana.
En mayo de 1487, a poco de la caída de Vélez Málaga en manos de los cristianos, representantes de la población musulmana de Cómpeta rinden vasallaje a los Reyes Católicos, a fin de evitar represalias de guerra y en el intento de conservar algunos derechos para la población morisca. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos haría que la rebelión que levantara a los moriscos en toda la Axarquía en la segunda mitad del s. XVI, tuviera un especial protagonismo en este punto de la geografía andaluza: las difíciles condiciones de vida de la población sometida por la fuerza de los ejércitos cristianos hizo que prendieran fácilmente actitudes hostiles que, encabezadas por Martín Alguacil -natural de Cómpeta- y Fernando El Darra, acabaron en abierta rebelión, acantonándose los moriscos en el Peñón de Frigiliana, donde consiguen rechazar, en mayo de 1569, los primeros embates de las fuerzas mandadas por el corregidor de Vélez-Málaga, Arévalo de Zuarzo; sería necesaria la intervención de refuerzos venidos de Granada, con el apoyo de Don Juan de Austria, y causar centenares de muertos entre los rebeldes moriscos para dar por sofocado definitivamente el levantamiento. El 1570, se da por concluido el proceso de expulsión de los moriscos; confiscadas sus tierras, serían distribuidas entre cristianos viejos procedentes de Sevilla, Baena, Estepa y otros puntos de Andalucía.
También fue afectada la villa y su término municipal por el importante seísmo, llamado el Terremoto de Andalucía, del 25 de diciembre de 1884; produciendo la caída de varias casas, de la torre de la iglesia parroquial y cuantiosos daños materiales. Otra efeméride luctuosa se producía casi de inmediato en la villa de Cómpeta: en el verano de 1885, una grave epidemia de cólera vino a diezmar su población.