Jaén
Capital de la provincia, Jaén atesora en calles y rincones una gran riqueza histórica nacida de la convivencia de las tres culturas: cristiana, judía y musulmana. Se trata de un legado cultural transmitido a través de los siglos por los diferentes pueblos que se han asentado en estas tierras: íberos, romanos, árabes, judíos y cristianos.
Quién que pasea por su casco histórico contempla la singular belleza de sus calles, donde destaca el barrio de la “judería”; su excelente rosario de iglesias, algunas elevadas sobre antiguas mezquitas, como La Magdalena, y otras, como San Juan y la basílica de San Ildefonso, de extraordinario interés artístico; o los Baños Árabes, que situados en los sótanos del Palacio de Villardompardo son probablemente los más grandes que se pueden visitar en España.
Entre el rico patrimonio arquitectónico de Jaén destaca la Catedral, magnífica obra del insigne arquitecto Andrés de Vandelvira y joya arquitectónica del Renacimiento español que sirvió como ejemplo de otras catedrales en Hispanoamérica. Y su Castillo de Santa Catalina, que se divisa imponente desde todos los rincones de la ciudad. Junto al Parador de Turismo del mismo nombre, ofrece las mejores vistas de la ciudad, extraordinarias panorámicas sobre el valle del Guadalquivir, la Campiña y la Sierra Sur, a sus espaldas.
Pero Jaén es la capital mundial del aceite de oliva. No solo es el mayor productor de este preciado oro líquido, su cocina tradicional atesora los principales ingredientes de la cultura mediterránea, bañada siempre con el aceite de oliva virgen extra. Restaurantes, tabernas y tascas deleitan al visitante con lo más destacado y exquisito de la cocina mediterránea jiennense.
Es Jaén hoy una ciudad moderna y abierta, como ponen de manifiesto sus parques, plazas y bulevares, que ha sabido maridar con la tradición de su origen: el agua que mana del eterno raudal de La Magdalena, génesis de la más vieja leyenda del lugar, la del Lagarto de Jaén.
Historia
Los primeros asentamientos humanos datan del Paleolítico, como un asentamiento estable. También poblaron estas tierras ibéricos, cartagineses y romanos. En esta época será denominada Aurigi.
En el año 207 a.C., Escipión toma la ciudad. Durante este periodo se amplían las fortificaciones.
Tendrá una época de esplendor en tiempos de al-Andalus. Fue ciudad importante y durante toda esta etapa histórica plaza fuerte disputada durante mucho tiempo.
La conquista cristiana fue llevada a cabo por el rey Fernando III en el año 1246 y se traslada la sede obispal desde Baeza. A partir de su conquista se convirtió en una plaza fuerte que los cristianos saben aprovechar en sus incursiones en tierras musulmanas y por su calidad de ciudad fronteriza. Son numerosos los romances y leyendas que relatan estos episodios.
Tras la caída del reino de Granada, la ciudad deja de tener la importancia fronteriza que la caracterizaba. Experimenta cierto auge a partir de 1833 cuando pasa a ser capital de la provincia.
Personajes destacados
Yahya al-Gazal, poeta.
Ibn Faray, poeta.
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