Los Alcornocales
Los Alcornocales se elevan como bastión costero frente los vientos marinos, tanto de Poniente como de Levante, que cargados de humedad envuelven sus bosques bajo una montera neblina que parece detener el tiempo.
En el frente occidental de las sierras béticas, a caballo entre las provincias de Cádiz y Málaga, este espacio natural es una sucesión de montañas abruptas y de diferente altura. A voluntad de la acción erosiva de los vientos, la arenisca ofrece en las alturas formas caprichosas con predominio de gigantescas lajas y feroces cortados. Allí donde la caliza está presente, como en Las Motillas, provoca uno de los relieves cársticos más interesantes de Andalucía, con dominio de grutas y cuevas.
La abundancia de lluvias condiciona la existencia de una notable red de ríos y arroyos, que vierten tanto al Mediterráneo como al Atlántico provocando, en gran medida, la talla de unos de los paisajes más extraordinarios de la Península Ibérica, los denominados canutos, barrancos estrechos y profundos que se producen en los cursos altos de los ríos y dan cobijo a un conjunto vegetal más que singular.