Castillo de Castro Ferraz

Localizado en el corazón del parque natural de Despeñaperros, en el término municipal de Santa Elena, el Castillo de Castro Ferraz se eleva sobre un otero dominando los pasos del Puerto del Muradal y ofreciendo unas panorámicas excepcionales de esta parte de Sierra Morena.

Construido por los almohades antes de la confrontación y para defender el desfiladero de La Losa, tuvo un papel destacado en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212). En los prolegómenos de la contienda y ante la huída de sus defensores, fue tomado por las huestes de Alfonso VIII. Se cree que la retirada del ejército musulmán intentaba atraer a las huestres cristianas a una emboscada preparada en el Paso de la Losa. Con esta desesperada situación, se presentó ante el rey un pastor que conocía un paso seguro no vigilado por los árabes. Siguiendo su consejo, las tropas cristianas esquivaron los relieves más comprometidos y acamparon en la Mesa del Rey. De esta manera rompieron la posición privilegiada de las tropas almohades emprendiendo la senda de la victoria.

Castro Ferraz estuvo formado por tres recintos defensivos. El primero, peor conservado, lo constituía una amplia empalizada en talud de tierra que cerraba la cúspide del cerco y describía un círculo casi perfecto. En su interior se desarrolla un segundo recinto, posiblemente construido en tapial de tierra sobre basamento de mampostería, del que se conservan algunos restos y dos bastiones que pudieron proteger la entrada al castillo. El núcleo central del Castro está formado por un recinto rectangular de tapial de argamasa, en muy mal estado, en cuyo interior son visibles los restos de unos posibles aljibes.