Casa Cilla
Alguna de las naves de este edificio datan del siglo XVII, mantiene el recuerdo histórico de instituciones de vital importancia en la época, que constituyeron una pieza vital para la colecta y distribución (de ello dependían personas e instituciones) de grano y aceite pagado en forma de diezmos por la población rural.
La casa ha sido reconstruida en sus mínimos detalles, convoca el respeto a la historia con la voluntad de funcionalidad en usos culturales, educativos y empresariales.
El edificio cuenta con cuatro amplios salones, que eran los antiguos silos de trigo pertenecientes a la collación de los Ilustrísimos Abades y las parroquias de San Eustaquio, Santa María y San Pedro, todas anexas a un patio central con arcada de ladrillo .
En cuanto a la fachada resaltar su amplitud y sobre todo, sobresale una gran portada de ladrillos y azulejos con el emblema del cabildo sevillano con portón de madera claveteada.