Santuario de las Reliquias
El santuario se erigió durante el obispado de Moscoso y Sandoval para custodiar los supuestos restos de los santos martirizados Bonoso y Maximiano, encontrados en esta villa a principios del siglo XVII.
Se levantó entre 1617 y 1619 con piedra de Santiago de Calatrava y, según planeó Juan de Aranda, se superpusieron dos iglesias. En la parte inferior se horadó una cámara para ser vista desde fuera, a modo de cripta, con acceso por el cementerio de los Santos. Presenta un retablo de yeso policromado, decoración barroca, que no se terminó hasta mediados del siglo XIX, lápidas con las historias de los mártires y una portada plateresca.
La parte superior tiene su entrada desde la Plaza de Santa María, por una portada de 1659, y su planta es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos y pilastras arquitrabadas que sostienen arcos de medio punto.
El santuario alberga el Museo de los Santos, en el que se expone buena parte del patrimonio de la cofradía, así como dibujos antiguos y fotografías.
Visitas concertadas.