La construcción del Molino Morisco de los Corchos data de los siglos XV o XVI y es uno de los pocos ejemplos de molino hidráulico tradicional que se conserva en la provincia.
Se dedicó a moler trigo y otros cereales, aunque debe su nombre a la actividad de molienda del corcho, que se utilizaba como aislante para la exportación de la uva entre 1905 y 1941. Se sitúa en un paraje frondoso que invita a visitarlo, en la ribera del río Fahala, de cuyas aguas toma la energía para la molienda.
El bosque de ribera es el hábitat ideal para muchas especies, principalmente aves como Garza Imperial, Garcilla Cangrejera, Avetorillo Común, Oropéndola, etc. Merece la pena visitar el interior del molino, ya que es uno de los pocos molinos árabes que se conservan en España.
Fue reconocido como Patrimonio Inmueble de Andalucía, siendo uno de los pocos de su clase que aún perviven gracias a la tradición familiar y conservación de sus propietarios.