Alcalá la Real - Tu historia
Alcalá la Real, la ciudad de frontera
La majestuosa imagen de la Fortaleza de la Mota advierte al viajero de la importancia histórica de esta ciudad de frontera. Alcalá, en árabe, significa población fortificada. Su posición geográfica confirma el gran valor estratégico que tuvo desde la antigüedad. En este sentido, el conjunto de atalayas que pueden verse repartidas en todo el término municipal, pone de manifiesto la importancia de este espacio en el tránsito del medievo a la edad moderna.
Alcalá la Real, cuna de Juan Ruiz de Cisneros, más conocido como el Arcipreste de Hita, se encuentra al suroeste de la provincia de Jaén, a 71 kms de la capital, a 53 kms de la ciudad de Granada, a 110 km de Córdoba y 140 km de Málaga. Con una población de 22.129 habitantes, el municipio tiene adscritas 16 pedanías, en estas aldeas viven en torno a 7.000 personas.
Un paseo por esta ciudad nos llevará a visitar, en primera instancia, el Conjunto Monumental de la Fortaleza de la Mota. Situado en un enclave mágico a 1.033 m sobre el nivel del mar, este espacio amurallado fue la llave, guarda y defensa de los reinos de Castilla.
Descendiendo por la calle Real llegaremos hasta la señorial Carrera de las Mercedes, donde el Museo Palacio Abacial nos permitirá conocer el patrimonio y los vestigios del pasado de esta ciudad con sus calles empinadas abigarradas de casas, repleta de sorpresas, casas señoriales, iglesias y detalles arquitectónicos, muestras de su esplendor y de su rico pasado histórico.
Visitas obligadas serán también la plaza Arcipreste de Hita, la Iglesia de la Consolación o el mirador de San Juan Tadeo, en el pintoresco barrio de Las Cruces, donde el visitante puede disfrutar de una magnífica vista de Alcalá la Real y su Castillo.
Alcalá la Real es tierra de vinos, aceite y cerezas. Esta localidad es la sede del conocido Festival Etnosur, una explosión cultural multiétnica que se celebra a mediados de julio.