Vejer de la Frontera y sus marimantas

Podríamos decir que la marimanta es una especie de asustador a la fuerza, un difunto que, desde antiguo y con atuendo blanco, recorría aquellos lugares del pueblo que guardaban relación con lo mistérico y lo paranormal.

El personaje es tan imaginario como real. Actuaba por las noches, cuando las calles no tenían alumbrado público y la oscuridad reinaba. Por eso los niños tenían miedo a salir por si estos personajes aparecían.

En la actualidad, durante ‘La noche oscura de Vejer’, algunos animadores se caracterizan como alma en pena, se engalanan de blanco impoluto o de negro tenebroso, al modo de la característica ‘cobijada’ vejeriega, y visitan aquellos rincones que atesoran los mayores secretos del pueblo: torre del Mayorazgo, torre de la Corredera, murallas de la Segur, Judería, Castillo, arco de la Puerta Cerrada… Recitan canciones y claman mitos evocando todos los misterios y las numerosas historias que atesora un pueblo con tanta leyenda, ¡un recorrido mágico!

Pero los misterios de Vejer no se quedan ahí, existe otra singular historia que nos habla de fantasmas y mujeres cubiertas por un manto negro, difuntos que vagaban por las calles como almas en pena y que, al ponerse el sol, se apoderaban de los vivos para llevarlos al otro mundo. En realidad, el asunto pudiera ser mucho más anecdótico y obedece al intento de ocultar relaciones prohibidas por la moral. Mujeres y hombres que daban rienda suelta a una pasión prohibida utilizando el disfraz como salvoconducto.

Lo curioso de las marimantas es que también recorren las calles de otros lugares de la geografía andaluza, como la Sierra de Aracena o Periana, en la Axarquía malagueña. ¿Sabías que Vejer y Chaouen, en Marruecos, son pueblos hermanos? Pero eso ya es otra leyenda…