En un entorno de mucha agua, gran belleza y misterio, a poca distancia de la ciudad de Valdepeñas de Jaén, se encuentra un conjunto formado por numerosas cuevas habitadas por ermitaños desde las primeras manifestaciones cristianas. En especial, en la Ermita y Cuevas de Chircales destaca una con columnas excavadas en la roca.
No se descarta que haya tenido un carácter sacro desde el principio de los tiempos. Junto a esta cueva está edificada la ermita. De reciente construcción, alberga el famoso y devoto lienzo del Cristo de Chircales. Atribuido a la escuela italiana de finales del siglo XVI o principios del XVII, representa a Jesús en la cruz acompañado por la Virgen y San Juan, un ermitaño al fondo. En la parte posterior del cuadro está representado el triunfo de la eucaristía.
De origen confuso, ya estaba documentado en 1781 de la manera que sigue: ‘habiendo unos ermitaños viviendo en unas cuevas, en el citado risco llegó a descansar un arriero que traía paño de venta, deslió un fardo, y entre el paño traía la dicha Imagen y por el favor recibido, manifestando su agradecimiento les donó la dicha Imagen’.
A lo largo del siglo XX, ha sido restaurado por Jacinto Linares Talavera y Francisco Cerezo Moreno. La ermita también cuenta con dos tallas enmarcadas en hornacinas con las figuras de S. Miguel y Sta. Gertrudis, ambas del S.XVIII, y dos escudos heráldicos del obispado.
La ermita, las cuevas... el agua, forman parte de ese enorme patrimonio mistérico que posee esta comarca y que da lugar a la Ruta de Los Milagros de la Sierra Sur.