Vacaciones románticas en la ciudad de la Alhambra
Si quieres darle una sorpresa a tu pareja, en un entorno gay friendly, la ciudad nazarí se abrirá ante vosotros como una flor bajo la lluvia. Granada posee un halo místico y un encantamiento únicos. Washington Irving lo sabía.
Las escapadas románticas a Granada son muy recomendables: reconciliaciones, amores furtivos o eternos, sorpresas de fin de semana, caprichos... un fin de semana granadino, si es romántico, lo guardarás para siempre en tu álbum de recuerdos personal. Así que vayamos con algunas sugerencias interesantes si formas parte de la comunidad LGBTI.
Hoteles con un no-sé-qué
Si de un viaje romántico se trata, el techo bajo el que compartís vuestro amor es clave. Podrá ser un hotel con encanto, lujoso o sencillo, más o menos rústico o refinado y sofisticado. Lo importante es que sea un lugar especial, con un no-sé-qué, como suele decirse. Allá van unas cuantas sugerencias, amigables con el turismo queer, que anotarse:
- El Ladrón del Agua. Con su subtítulo ("The Arts Hotel”), empieza la mar de bien. Se encuentra a un paso de Plaza Nueva y vende, fundamentalmente, tres conceptos: sencillez, elegancia y comodidad. La suite Generalife de este tres estrellas, rodeada de ventanas y con vistas hacia la Alhambra, parece espectacular para un encuentro entre amantes. Hasta la cubitera con el champán está preparada.
- Hotel Palacio Mariana Pineda. Cuatro estrellas para un hotel que rinde homenaje a la heroína liberal granadina ajusticiada por Fernando VII. El encanto palaciego del edificio, que data del siglo XVII, combina decoración aristocrática con detalles contemporáneos. Lujoso, pero no excesivo, si lo que quieres es sorprender a tu chico o a tu chica, seguramente vas a acertar.
- Casa de la Catedral. Apartamentos gay friendly de habitaciones amplias y luminosas, céntrico y pensado, sobre todo, para turistas como tú, deseosos de dar un paseo romántico pero también de conocer la ciudad a fondo. Prometen ambiente hogareño y una localización inmejorable: frente a la entrada principal de la Catedral. ¡Como para darse el "sí, quiero”!
Cenita romántica
Parece un lugar común, pero la cena romántica, como concepto, goza de excelente salud. ¿A quién no le gusta que le obsequien con una comida exquisita en un sitio con encanto? Granada, para estos casos, tiene mucho que ofrecer. Apunta.
- Carmen Aben Humeya. En pleno Albaicín, mira hacia la Alhambra de una manera que resulta difícil resistirse. De este restaurante se ha dicho que es uno de los más románticos del mundo, así que, habrá que probar, ¿no? Su casa morisca, que data del siglo XV, se levanta sobre la propia Muralla cadima de la ciudad, y cuenta con su propia leyenda: se dice que su aljibe era un pasadizo secreto, utilizado por los príncipes de la época, que conducía hacia la Alhambra. La cocina es mediterránea, eso sí, con el inevitable toque granadino.
- Mirador de Morayma. Sin moverse del Albaicín, es otro balcón impresionante que proporciona unas vistas increíbles del cielo granadino nocturno. Otro carmen morisco que, además, tiene el atractivo de servir cocina autóctona y vinos ecológicos cosechados en su finca alpujarreña. Quizá aún quede algún rastro de la princesa Morayma que, según las viejas narraciones, se refugió en este rincón el tiempo que duró el cautiverio de su esposo ("un tal” Boabdil). Salmorejo, Jamón de la Alpujarra, Remojón granadino... si buscas una delicia romántica donde comer en Granada, ¡esto tiene una pinta increíble!
- Botánico. Café restaurante ubicado frente al Jardín Botánico de la Facultad de Derecho. Nos recuerda la idiosincrasia de una ciudad muy vinculada a la población universitaria. El mito estudiantil granadino se traduce en esa sensación de eterna juventud que allí se respira. Aquí podrás invitar a tu media naranja a una cena diversa, puesto que la carta es muy heterogénea: mediterránea, sí, pero con especialidades asiáticas, orientales y mexicanas. El ambiente es moderno y relajado.
