Una hospedería accesible: las casas-cueva en Granada y Jaén
Fue la primera morada del ser humano, al principio de los tiempos. Hoy, el turismo de casas cueva resulta muy atractivo como alojamiento accesible. El concepto "única planta” es, de hecho, un gran aliado.
Cortijos, haciendas, palacios... el tipismo, en lo que a alojamiento se refiere, ha experimentado un boom en las últimas décadas, gracias sobre todo al auge de la escapada rural como la promesa de casas con encanto.
Las casas cuevas en Andalucía, además de gozar de gran tradición -sobre todo en Granada y Jaén-, aportan al siglo XXI la ventaja de su enclave y climatización natural, así como la idea de un hospedaje sin barreras arquitectónicas. Toma nota de algunos ejemplos accesibles y apetecibles.
Guadix y Baza (Granada)
La Hoya de Guadix y las Altiplanicies de Baza y Huéscar, al norte granadino, han sido, desde la Antigüedad, un territorio donde el hábitat troglodítico experimentó gran desarrollo. Quienes habitaron las cavernas dejaron unos restos arqueológicos que nos explican cómo vivían en aquellos refugios, donde se protegían de las inclemencias y los peligros de una naturaleza -aún- lejos de ser domesticada.
La casa cueva, vivienda asequible para la población humilde en la primera mitad del siglo XX, experimentó una modernización que actualmente, en las que se han reciclado para el turismo, es amigable con los huéspedes que tienen determinados grados de discapacidad física.
- Casas Cueva La Tala (Guadix). Se encuentran en una gran finca agrícola, que actualmente es un complejo turístico donde también se alquila un cortijo del siglo XVIII. Las casas cuevas se han rehabilitado, si bien conservando su aire original. Se alquilan a parejas, familias o grupos de amigos, e incluyen bañera de hidromasaje y calefacción. La finca es accesible para la gente que hace turismo en silla de ruedas o sufre alguna discapacidad física. Además, su enclave es magnífico para salir y conocer el Conjunto Histórico accitano.
- Casas Cueva del Zenete (La Calahorra). Sin movernos de la comarca de Guadix viajamos hasta un pueblo, La Calahorra, que perteneció al Marquesado del Zenete. Estas casas cueva prometen una estancia única a sus viajeros. No es para menos, dado que su calidez en invierno y su frescura en verano, de entrada, las convierten en residencias gustosas. Amplios salones, decoración que ha tirado de materiales del terreno (maderas, piedra), accesibilidad para personas con discapacidad y la sensación de haber vuelto atrás en el tiempo. Las rugosas paredes encaladas te envuelven... ¡es un refugio tan agradable!
- Cuevas Al Jatib (Baza). Esta hospedería toma su nombre del erudito musulmán lojeño Ibn Al-Jatib, nacido en 1313, que llegó a ser muy influyente en la corte de Yusuf I, uno de los reyes nazaríes de Granada. Rodeadas por tres parques naturales (Sierra de Baza, Sierra del Castril y Sierra de Cazorla), cuentan con seis casas cueva de diferentes capacidades, y accesibles para personas con movilidad reducida (incluso con un hamman para uso y disfrute de sus huéspedes). Esta aldea troglodita es el proyecto de una pareja, Isabel y Luc, que, tras muchos años de trabajo, consiguieron abrir en 2001 este complejo turístico tan especial.
Sierra de Cazorla (Jaén)
Situémonos en Hinojares, una pequeña villa rodeada de barrancos, territorio en gran parte del Parque Natural de Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1983. ¿Por qué allí? Pues porque es en este municipio donde se encuentran las únicas casas cueva de Cazorla.
- Cueva Panadera (Hinojares). Restaurada en 2006 y reformada una década después, esta casa cueva es accesible y se ha convertido, con el tiempo, en un auténtico nidito de amor para parejas deseosas de darse una sorpresa. O para visitantes que desean dejarse llevar por el relax de un entorno natural. De planta única, típica en esta clase de alojamientos, está homologada para personas con movilidad reducida. Cuenta con todas las comodidades para hacer de tu estancia algo único y original.
- Casas Cueva Cazorla (Hinojares). Concibamos un paisaje que oscila entre ríos y valles, semidesértico, en el que experimentar la sensación de vivir, durante unos días, en una caverna. Perfectamente equipados, estos alojamientos no presentan barreras arquitectónicas, de modo que la estancia será fácil para los turistas con discapacidad física. Con auténticas monadas como la casa cueva de Ángela, desde donde se divisan los barrancos del río Guadiana Menor y Sierra Nevada. O la cueva del Mesto que, fiel a su estructura original, dispone de piscina privada y es suficientemente grande para alojar a un grupo grande de personas.