Úbeda y Baeza, un viaje Patrimonio de la Humanidad
Recorre con nosotros dos de las ciudades más monumentales de Andalucía a través de una ruta Patrimonio de la Humanidad llena de rincones renacentistas y callejas empedradas que te sorprenderán verlas en el Sur.
Cuando uno viaja a Andalucía, esa imagen de pueblecitos blancos, encalados, de calles estrellas e iluminadas, parece ser el prototipo que todo viajero espera encontrar de pueblo andaluz. Un prototipo de pueblo de fachadas blancas que se rompe al llegar a Úbeda y Baeza ante la mirada sorprendida de sus visitantes.
Dos ciudades emblématicas de la provincia de Jaén, separadas entre sí por poco menos de 10 kilómetros, pero que juntas suponen un viaje en el tiempo por dos de las ciudades más monumentales de Andalucía que sin duda alguna os sorprenderán.
Dos ciudades Patrimonio de la Humanidad que albergan un importantísimo conjunto monumental de callejas silenciosas, fachadas empedradas y rincones que jamás olvidarás.
Os proponemos una ruta que bien podríamos comenzar en Úbeda y su famosa plaza Vázquez de Molina. Una maravilla.
La plaza en si misma es una obra de arte. Te bastará un simple giro de 360º para comprobar en menos de 1 minuto el por qué esta ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
En ella podréis visitar la Sacra Capilla del Salvador, una obra maestra de Diego de Siloé cuyo resultado es una iglesia a la altura del mejor renacimiento italiano. Espectacular.
Poco lejos de allí, encontramos el Palacio del Deán Ortega, actual Parador Nacional de Turismo, que sin duda es de los mejores lugares para pernoctar en la ciudad, y cómo no, la Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares.
La maravillosa Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares es uno de los mejores ejemplos de cómo el paso del tiempo y la historia de la ciudad han ido cambiando su aspecto. Y es que dentro de ella se ha encontrado un antiguo templo romano en honor a la diosa Diana, restos de la Edad del Bronce y una mezquita musulmana. Y justo enfrente de esta, encontramos el popularmente conocido como Palacio de las Cadenas, a día de hoy Ayuntamiento de la ciudad.
Y de la plaza, recorreremos las callejas de la ciudad hasta desembocar en el antiguo Hospital de Santiago que bien merece una visita siendo uno de los lugares más hermosos de Úbeda.
Este hospital mantuvo sus funciones hospitalarias hasta el año 1975, donde compartía esta función junto a iglesia, panteón y palacio.
A día de hoy se emplea como centro cultural y para el viajero es una de esas visitas imprescindibles que hacer en Ubeda.
Y de allí saltaremos hasta la recién descubierta Sinagoga del Agua.
Un lugar mágico que hasta el año 2010 no fue abierto al público dado que había permanecido oculto hasta su descubrimiento de forma accidental a la hora de acometer unos trabajos de demolición que dieron como resultado la actual sinagoga que se compone entre otros de un patio, una sala principal con arcos apuntados, una bodega y el espectacular Mikveh, donde se realizaban baños rituales para la purificación.
No podemos dejarnos atrás la bella Casa de las Torres, primera mansión palaciega de la ciudad...
Ni la Casa Museo de Arte Andalusí, otra de esas visitas imprescindibles que hacer en Ubeda y Baeza. Cruzar sus puertas es trasladarse al siglo XV. Es impresionante su estado de conservación. Poder pasear por ella, sus dos pisos y escaleras... todo un privilegio al alcance de cualquier turista.
Poder terminar la mañana dando un paseo por las Murallas de la ciudad es el mejor cierre posible a tu visita a Ubeda donde quedar fascinado por el "mar de olivos” que rodea la ciudad que tanto inspiró a Antonio Machado os dejará boquiabiertos junto al bello paisaje de Sierra Mágina.
Y de Úbeda, saltamos a Baeza... donde un simple paseo alrededor de su iglesia catedral os dejará absolutamente fascinados.
Baeza en sí, es un espectacular conjunto monumental de calles silenciosas y piedras doradas que adornan sus fachadas.
Dos ciudades hermanas. Dos ciudades milenarias. Ciudades donde el hecho de pasear se convierte en casi una obligación para el viajero. Rincones únicos que llevarán tu mirada al pasado más renacentista.
Dos ciudades donde la historia y el arte han dejado su huella en forma de rincones singulares. Un viaje para desconectar, disfrutar y dejarse sorprender calle tras calle.
