Sorvilán

Sorvilán, enclavado en la Alpujarra Baja granadina, en la vertiente suroeste de la Sierra de la Contraviesa, muy cerca ya de la costa mediterránea, goza de un clima subtropical templado, propicio para el cultivo de higueras y vides que producen el afamado vino de estas tierras.

El extremo sur de su término municipal se abre al litoral, participando de las esencias del sur mediterráneo: un mar en calma, un cielo azul y luminoso, y las templadas y suaves brisas que dan carácter y nombre propio, Costa Tropical, a este singular espacio, donde se ubican las poblaciones de Melicena y Los Yesos.

Historia

Sorvilán ha sido tradicionalmente un núcleo urbano protegido de los frecuentes ataques de la piratería que en siglos pasados asolaban la zona costera mediterránea de la Alpujarra. Como los pueblos vecinos, basaba su existencia en la explotación agrícola de sus tierras.
En época nazarí debió pertenecer a la taha del Gran Cehel, cuya cabeza era Almegíjar. Tras la caída del reino musulmán de Granada, el rey Boabdil, en las capitulaciones de su rendición, recibió de los Reyes Católicos una gran parte de la comarca alpujarreña, en la que se incluían estas tierras que, cuando Boabdil se retiró al norte de África, pasarían nuevamente a la Corona de Castilla.
Documentos del siglo XIX que hacen alusión a Sorvilán y los municipio de su entorno, lo describen como un lugar próspero gracias a la producción de pasas, vinos y aguardientes.