Es el humilladero más emblemático e importante de Sevilla. Se trata de una excepcional obra mudéjar de gran valor cultural.
El Templete de la Cruz del Campo fue levantado por orden del Asistente de Sevilla, Don Diego de Merlo en 1482, en conmemoración del ruinoso acueducto romano conocido por los "Caños de Carmona", que traía agua a Sevilla de esta cercana localidad. Durante años, fue el final del Vía Crucis que se celebraba en la Semana Santa de Sevilla.
Templete de planta cuadrada abierto en sus cuatro frentes por arcos apuntados. Se cubre con una bóveda de paños sobre trompas, sobre la que discurre una inscripción con caracteres góticos. Exteriormente, se remata con merlones. Está realizado con ladrillos, cubierto por un revoco de mortero de cal y arena. En su interior se alza sobre columna una cruz del siglo XVI, obra de Juan Bautista Vázquez. Todo el conjunto se alza sobre un pódium de gradas.