Este monumento de mármol declarado Bien de Interés Cultural (BIC) está dedicado al poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer.
La obra parte de una iniciativa de los Álvarez Quintero, admiradores de Bécquer, que llegaron a escribir una obra obra de teatro (La rima eterna) para poder financiar gran parte del monumento. Junto al escultor Lorenzo Collaut Valera eligieron esta rotonda e inauguraron el homenaje al poeta romántico el 9 de diciembre de 1911.
El grupo escultórico lo conforman unas figuras dispuestas en cinco lados de un pedestal octogonal. Por una parte nos encontramos con el busto del poeta con su fecha de nacimiento y fallecimiento; por otra, tenemos tres mujeres sentadas en un banco que simbolizan tres estados del amor: el «amor ilusionado», el «amor poseído» y el «amor perdido». Ellas representan la rima de Bécquer ‘El amor que pasa’ y por último, tenemos dos figuras de bronce: un hombre que se retuerce de dolor, que simboliza «el amor herido», y un joven Cupido, que representa «el amor que hiere».
La obra parte de una iniciativa de los Álvarez Quintero, admiradores de Bécquer, que llegaron a escribir una obra obra de teatro (La rima eterna) para poder financiar gran parte del monumento. Junto al escultor Lorenzo Collaut Valera eligieron esta rotonda e inauguraron el homenaje al poeta romántico el 9 de diciembre de 1911.