La Casa de Murillo está situada en el número 8 de la Calle Santa Teresa, en el barrio de Santa Cruz, y fue la penúltima residencia familiar del artista. En ella vivió Bartolomé Esteban Murillo, y donde estuvo emplazado el obrador donde el artista trabajó los últimos años de su vida.
La Casa de Murillo responde a la tipología de casa-palacio sevillana, con dos plantas y ático, cuyas dependencias se disponen en torno a un patio central con cuatro galerías y arquería de medio punto sobre columnas. El edificio, declarado Bien de Interés Cultural el 8 de marzo de 1995, ha sufrido numerosas intervenciones, especialmente durante el siglo XX.