Real Parroquia de Santa María Magdalena
Tras destruirse la iglesia gótico-mudéjar de Santa María Magdalena durante la invasión francesa, enclavada sobre el solar de la plaza que ahora lleva su nombre, en Sevilla, la parroquialidad se trasladó, en la década de 1840, al templo del extinguido convento dominico de San Pablo el Real, de centenaria historia. Entre sus muros residió la primera sede la Inquisición y una lápida de su fachada nos recuerda que fray Bartolomé de las Casas fue aquí consagrado como obispo de Chiapas en 1544.
Los vestigios arquitectónicos más antiguos, de época medieval, se concentran en el ábside y en la capilla del Dulce Nombre de Jesús, que conserva tres formidables bóvedas de lacerías sobre trompas. El resto de la fábrica responde a la reconstrucción emprendida por Leonardo de Figueroa entre 1691 y 1709, en el más exultante estilo barroco.
El patrimonio artístico que atesora en su interior la Real Parroquia de Santa María Magdalena impresiona por su riqueza y cualificación estética. Su espectacular ciclo de pinturas murales, que constituye una exaltación de la Orden de Predicadores y del colegio apostólico como pilares de la Iglesia, se debe a los pinceles de Lucas Valdés y Clemente de Torres. El retablo mayor, ensamblado durante el primer tercio del siglo XVIII y en cuyas tareas escultóricas intervino probablemente Pedro Duque Cornejo, debe considerarse el segundo en proporciones de la ciudad, sólo sobrepasado por el de la Catedral hispalense. En otros retablos colaterales se albergan esculturas de Roque de Balduque (Virgen del Amparo), Juan Bautista Vázquez el Viejo (Virgen de las Fiebres), Jerónimo Hernández (Resucitado y Niño Jesús), Gaspar del Águila (Nazareno de las Fatigas), Juan Martínez Montañés (San José con el Niño), Juan de Mesa (Asunción), Francisco de Ocampo (Cristo del Calvario), Pedro Roldán (Virgen de la Antigua y Siete Dolores y el Cristo y misterio del Descendimiento) y Juan de Astorga (Virgen de la Presentación).
No le queda a la zaga la colección pictórica, sobresaliendo dos obras maestras de Zurbarán (Santo Domingo en Soriano y la Curación milagrosa del beato Reginaldo de Orleans), que se exponen en la capilla sacramental, así como varios lienzos de Valdés Leal, en la del Dulce Nombre de Jesús.
Desde 01-10-2024
Lunes
Cerrado
Martes
Cerrado
Miércoles
11:00 - 13:30
Jueves
11:00 - 13:30
Viernes
Cerrado
Sábado
Cerrado
Domingo
Cerrado
Festivos
Cerrado
Comentarios: Martes visita guiada 11:30 - 13:00
Entrada gratuita. Visita guiada 4€