La Plaza del Museo, estuvo ocupada por el antiguo Convento de la Merced. En 1840 se derriba el convento parcialmente, como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal (1835), y este se transforma en museo de pinturas.
Tras la demolición, se traza un paseo proyectado por el arquitecto Balbino Marrón. La nueva imagen de la plaza se compone de cabezas y estatuas con pedestales referentes a emperatrices y emperadores romanos. Además se planta abundante vegetación, que con el paso de los años dará a este lugar una imagen casi de parque.
En 1864, se coloca en el centro de la plaza, el monumento a Bartolomé Esteban Murillo. Realizado por Sabino Medina, el cual se muestra sobre un pedestal elaborado por Demetrio de los Ríos. Son numerosos los bancos corridos que podemos encontrar en la parte interna de la plaza. Es de destacar el mercadillo de cuadros, pinturas y grabados que tiene lugar todos los Domingos por la mañana.