Recibe su nombre de los refinadores de cuero que había hace siglos en la zona, pero ahora su popularidad se debe, además de a su belleza, enmarcada entre los Jardines de Murillo, el barrio de Santa Cruz y la Puerta de la Carne a unos de los mitos de la literatura española.
Don Juan Tenorio, es el protagonista de la Plaza de los Refinadores, el monumento es obra de Nicomedes Díaz Piquero (1974), es una escultura a tamaño natural realizada en bronce, en la que aparece Don Juan con la indumentaria típica del siglo XVII.
Destaca en la plaza además de su vegetación, la Casa para Luis Prieto, construida entre 1915 y 1919 por el arquitecto Aníbal González con un espectacular balcón esquinero bajo un hueco achaflanado sujeto por dos columnas.