Talla y ebanistería

Talla de madera

El arte de tallar la madera estuvo siempre considerado como la rama ornamental de la escultura, siendo los siglos XVI y XVII los máximos exponentes del esplendor de este oficio.

La obra del tallista de madera puede alcanzar un gran abanico de diversas producciones que van desde la imaginería religiosa, al tallado de complementos para la ebanistería. Esta variedad de posibilidades implica que un maestro de la talla debe contar con un amplio bagaje artístico, un conocimiento de la historia de los estilos, una capacidad de reflexión estética y un pleno dominio del dibujo y la proporción. El tallista del mueble suele trabajar por encargo de ebanisterías que le demandan elementos decorativos como rosetones, flores, pináculos, tracerías, cruces, volutas y otros motivos.

Talla de piedra y mármol

Con una producción destacada de mármol de excelente calidad en la Sierra de los Filabres, no es de extrañar que Andalucía cuente también con importantes artesanos de talla de este material. Es más, durante la dominación romana, se crearon diversas escuelas artísticas de la piedra en localidades de la actual Andalucía Occidental, en donde se trabajaba, tanto obras de arquitectura civil, como religiosa, así como monumentos, estatuas y otras piezas ornamentales.

En este caso, el procedimiento de trabajo consiste en tratar el mármol, cortarlo en láminas de diferentes espesores y proceder al trabajo, hoy prioritariamente de objetos utilitarios, decorativos y de arte funerario.

Una tendencia actual es incorporar a la producción materias nuevas, como piedras calizas, areniscas, granitos y algunos compuestos artificiales.

Ebanistería

El mueble por encargo de particulares a ebanistas mantiene todavía hoy una representación considerable en algunos puntos de Andalucía, aunque con una cierta tendencia a la realización de líneas de estilo provenzal en detrimento del mueble popular andaluz. Una nueva interpretación de éste ha dado lugar al conocido como "mueble rondeño", que ha adquirido gran popularidad.

Estos muebles tradicionales se trabajan con pino, roble, cerezo y otras maderas, fabricándose alacenas, plateros, rinconeras, mesas, sillas y una amplia gama de objetos.

En este apartado cabe destacar el nombre de Lucena (Córdoba), que se ha labrado una identidad propia con proyección en toda España.