Ruta en moto Sierra de Huelva
De norte a sur, esta ruta nos lleva por la vertiente noroeste de Andalucía. Casi sin interrupción, rodaremos por tierras tan variopintas como la Sierra de Huelva, la Comarca Minera, El Andévalo y El Condado. Situado en la porción occidental de Sierra Morena, a modo de barrera que detiene los vientos húmedos del Atlántico, este rincón cobija una bella fusión de naturaleza y cultura: pueblos blancos de calles empedradas se extienden entre amplias dehesas de encinas y alcornoques, olivares, huertas y castaños. Recios castillos, minas abandonadas y dólmenes cargados de magia completan un escenario que nos hará vibrar.
Las carreteras, con un asfalto magnífico y un trazado excitante, parecen diseñadas para sentir el placer de montar en moto. Desde la A-66, conocida como Autopista de la Ruta de la Plata, nuestro itinerario nos introduce en el corazón de la Sierra de Huelva, el lugar donde se fragua el mayor tesoro gastronómico: la elaboración del jamón de Jabugo. En camino, desviándonos apenas, podemos acercarnos a conocer el Dolmen de Soto, en Trigueros, no nos decepcionará Otra buena opción para disfrutar de la historia y el patrimonio, la tendrás en Minas de Riotinto, en su magnífico Parque Minero, que incluye la impresionante Corta Atalaya o un recorrido en el viejo tren a vapor.
En ruta
Comenzamos la ruta en Santa Olalla del Cala (parada 1). Tras visitar su imponente castillo —catalogado como Bien de Interés Cultural—, nos adentramos en tierras del parque natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. La calzada, ancha y de buen piso, una constante en toda la ruta, nos da plena confianza. Muchas curvas y muy pocos baches, lo mejor para disfrutar con cualquier tipo de moto. Superados los pueblos de Cala y Arroyomolinos de León, una carretera con soberbias vistas al valle nos lleva hasta Cañaveral de León (parada 2). Muy acogedor, en el centro del pueblo destaca la presencia de su singular piscina natural, o laguna, abastecida por el manantial de la llamativa Fuente Redonda. Visitas obligadas son su Museo Almazara y el llamado ‘Callejón del Agua’.
Cogemos dirección sur por la HV-3124 y, tras atravesar la cola del embalse de Aracena, llegamos a Carboneras por una carretera que se presta a disfrutar de la conducción. Buen asfalto, mejor trazado y magnífica visibilidad. La mayor pluviosidad comienza a dejarse notar, dando lugar a un paisaje cada vez más verde con presencia de los primeros castaños. Aracena nos recibe señorial (parada 3). Su castillo nos invita a subir a su otero para obtener la mejor panorámica del pueblo.
Tras visitar su Gruta de las Maravillas, conocer el centro histórico de Aracena, catalogado como Conjunto Histórico Artístico, y reponer fuerzas con los productos de la zona, seguimos camino hacia el corazón de la sierra: jamón, embutidos, carnes de cerdo ibérico y setas, aunque sin dar de lado al queso de cabra, su secreto culinario mejor guardado. Con cada kilómetro el paisaje se torna más frondoso. Bajamos a Linares de la Sierra (parada 4) por la HU-8105, pueblecito que nos ofrece sus bellas calles empedradas, la heráldica que engalana sus fachadas y un coso taurino singular, pues hace las veces de plaza principal del pueblo. Seguimos hasta Alájar por una carretera estrecha y sinuosa, aunque sin apenas baches, que finalmente nos sube hasta la Peña de Arias Montano (parada 5). Su ermita, la fuente y su mirador, la mística que desprende el lugar, lo convierten en un sitio ideal para realizar una parada y, en caso de hacer noche, contemplar su cielo nocturno. Esta sierra está integrada en la Reserva Starlight Sierra Morena debido a su escasa contaminación lumínica. Bajamos por la cara norte hacia Fuenteheridos por la HU-8121 (parada 6). ¡Cuidado, hay que prestar atención a la conducción! En las curvas se puede presentar suciedad causada por las hojas caídas y los erizos de las castañas.
Continuamos ruta hacia Castaño del Robledo y después, tras un tramo muy revirado y con posible desvío a Jabugo, cogemos la N-435 dirección Huelva. Se trata de una carretera ancha y muy frecuentada por motoristas, sobre todo los fines de semana. El trazado es magnífico, pero en algunos tramos hay que prestar atención a los baches del asfalto. ¡Cuidado con los excesos de velocidad!
Dejamos atrás el parque natural y nos adentramos en la Comarca Minera. Los pinos son cada vez más frecuentes y las aguas de ríos y arroyos comienzan a teñirse de rojo, la causa está en el mineral de hierro presente en las entrañas de estas sierras. Merece la pena detenerse en el antiguo puente sobre el río Odiel, o Puente de los Cinco Ojos (parada 7), pues ofrece todo un espectáculo de colores: aguas rojas deslizándose sobre las rocas amarillentas. La carretera sigue descendiendo mientras ofrece unas vistas impresionantes. Tras pasar por Zalamea la Real, donde recomendamos un desvío para disfrutar del Parque Minero de Riotinto, bajamos hasta Valverde del Camino. Aunque el dolmen de Soto es el más afamado de la comarca, no son menos meritorios los de El Pozuelo y Los Gabrieles. Posteriormente, siguiendo por la A-493, tomamos la HU-3106 que nos lleva hasta Niebla entre plantaciones de pino y eucalipto. Sus murallas almohades, majestuosas, se elevan vigilantes sobre las aguas del Río Tinto, acogiendo en su interior un amplia y exquisita cultura gastronómica sustentada en sus verduras, carnes y setas: tagarninas esparragás, habas enzapatás y en colorao, potaje de gurumelos o revoltillos con tomate o en caldereta son algunos de sus platos estrella y honda raíz. Por cierto, no podemos olvidar que estamos en tierras de dos enormes productos certificados con marcas de calidad: los vinos de El Condado y el garbanzo de Escacena.
Punto selfie #alajar
Mirador de Alájar o de Arias Montano. En la Peña de Alájar, piedra, agua, vegetación y magia se reparten a partes iguales. Es un lugar mágico debido a las fuerzas telúricas que emanan de la roca. A vuelo de pájaro, ofrece soberbias vistas del pueblo de Alájar y la vertiente sur de la Sierra de Aracena. En días claros, puede divisarse gran parte de la provincia.