Ruta en moto Serranía de Ronda - Valle del Genal

En ruta por la sierra más profunda

Esta ruta por el corazón de la Serranía de Ronda y el Valle del Genal, por la sierra más profunda e insólita, flanqueados por los parques naturales de Grazalema y Alcornocales y por el parque nacional de Sierra de las Nieves, nos hará disfrutar intensamente de nuestras motos. Las rectas no abundan, casi todo el tiempo rodaremos inclinados sorteando cientos de curvas de todo tipo, muy disfrutonas. Pasaremos de la meseta de Ronda y de las cumbres serranas a la profundidad de los valles del Genal y el Guadiaro, siguiendo una sucesión casi infinita de curvas que suben y bajan por laderas tapizadas de verde: unas vistas que quitan el hipo. Una ruta exigente y extenuante, siempre rodeados de una naturaleza imponente. Una buena dosis de conducción para satisfacer al conductor más exigente.

En ruta

Comenzamos en la magnífica ciudad de Ronda, la capital del romanticismo decimonónico y de los aventureros más intrépidos. Saliendo de la urbe monumental, podemos tomar la alternativa marcada para contemplar el Tajo desde abajo. El descenso es muy pronunciado y el empedrado puede resbalar si está mojado. Hay que tener cuidado, pero la panorámica merece la pena. Dejando atrás los afamados viñedos de la Serranía, cuyos caldos están bajo el respaldo de la Denominación de Origen Protegida, salimos de Ronda por la carretera A-397 dirección San Pedro de Alcántara, la preferida de los motoristas de la zona. Los fines de semana nos cruzaremos con cientos de motocicletas, de todos los estilos, que suben y bajan hasta la costa. Naked, custom, gran turismo, trails y deportivas nos saludarán a nuestro paso. Precaución con el abundante tráfico y atención a la velocidad… El asfalto está en perfecto estado y el trazado es espectacular, amplio y sinuoso, con vistas a las cumbres del parque nacional Sierra de las Nieves y a los profundos barrancos de la Serranía de Ronda y el Valle del Genal, nuestro próximo destino.

En la carretera MA-7300, que nos lleva a Pujerra, debemos cambiar nuestra manera de conducir. Nos encontramos una bajada continua, estrecha y sinuosa, con buen asfalto, aunque según la estación del año con restos de hojas de pino y castaño que lo ensucian. Tras atravesar Igualeja y Pujerra, verdaderos núcleos productores de castaña que nos obsequian con un mágico ‘bosque de cobre’, por el bonito color de sus hojas en otoño, seguimos bajando hasta llegar a Júzcar, el curioso y turístico pueblo azul de Málaga. Tras detenernos en el ‘Mirador del Pueblo Pitufo’, seguimos camino por la MA-7301, por carreteras estrechas y con muchas curvas, pero con buen asfalto, hasta llegar a la entrada de Faraján. En ese punto nos desviamos por una vertiginosa bajada que nos lleva hasta el río Genal, donde comienza el tramo más excitante de una ruta que penetra en el mismo corazón de la serranía. Por el interior de una rambla, una solitaria y estrecha pista de hormigón nos lleva hasta Jubrique ascendiendo por laderas con fuerte pendiente y muchas horquillas. En este tramo abruman las vistas del paisaje, la sensación de soledad y el contacto intenso con la naturaleza.

Tras ascender a Jubrique, iniciamos una bajada sinuosa y con buen asfalto, hasta encontrar de nuevo el río Genal. A continuación, una subida muy virada, rodeados de encinas, castaños y alcornoques, nos lleva hasta Algatocín, legendario hogar de la princesa Algotisa, hija de un mítico rey moro de Ronda. ¡Un magnífico sitio para reponer fuerzas! En el buen hacer culinario de la Serranía están presentes platos con mucha raíz y contundencia, como las migas, el cochifrito de borrego, su conejo o la perdiz a la rondeña, y también algunos más ligeros, como el gazpacho a la serrana, la trucha rondeña o las sopas de castañas. Desde hace algunas décadas, la viña se viene tratando con mucho mimo, así que no debemos irnos sin probar sus vinos. Y por marzo, debemos saborear la ‘Hinojá’ de Algatocín, fiesta anual donde se consumen tortillitas de cuchara y potaje de hinojos.

En el puerto del Espino tomamos otra espectacular carretera hacia el valle del Guadiaro, una bajada ancha, despejada y con buen asfalto, que nos lleva hasta Cañada del Real Tesoro, donde cruzamos el río. Desde este punto y por la A-373, todo es subida hasta Cortes de La Frontera. La carretera cambia, ahora es ancha y de trazado más rápido. Hay que extremar las precauciones por la presencia de baches y escalones en el asfalto. Siguiendo el espectacular cauce del río Guadiaro dejamos atrás Benaoján para llegar al punto final del trayecto, Ronda. En ruta, las cuevas del Gato y de La Pileta, las anotamos en nuestro cuaderno de bitácora.

Punto selfie #tajoronda

Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda. Se trata de uno de los monumentos más emblemáticos de la histórica ciudad de Ronda y posiblemente de los más sorprendentes, una perfecta simbiosis entre naturaleza e ingenio arquitectónico. Construido entre 1751 y 1793, fue hasta 1839 el puente más alto del mundo, alcanzando los 98 metros de altura.