Ruta en moto Aljarafe y Vía de la Plata

Rodando lejos de la carretera, siguiendo estelas polvorientas, el tiempo pasa más lento. Tráfico, prisas y agitación quedan atrás. En la ausencia de asfalto te encuentras a ti mismo, solos tú, la moto y un marco natural magnífico. Esta sencilla ruta por pistas amplias y agradables nos lleva desde los atascos de la capital hasta las primeras elevaciones de Sierra Morena, un pequeño viaje iniciático en el mundo del trail, una experiencia que nos descubre los tesoros naturales que se esconden más allá de la línea del asfalto. Esta propuesta aúna paisajes y kilómetros al noroeste de la provincia de Sevilla, con Sierra Morena como escenario y el agua como protagonista natural: una geografía de arroyos y embalses entre los pueblos de Guillena y El Ronquillo.

Comenzamos la Ruta del Agua en la población de Camas (parada 1). En la subida hacia Valencina de la Concepción, tomamos el camino de albero compactado que acompaña a la conducción que lleva el agua potable a la capital. En los primeros kilómetros debemos tener cuidado con los baches y zanjas provocadas por la lluvia, también con deportistas paseando, montando a caballo o rodando en bicicleta. La ruta va bordeando el Aljarafe, abriéndose hacia la llanura y mostrando algunos tramos sinuosos y con poca visibilidad. Según avanzamos, y con la localidad de Gerena a la vista (parada 2), la pista se va estirando con rectas despejadas y buen piso.

A partir de este punto los campos de cultivo dejan paso a la dehesa. Girasol, trigo y algodón se tornan en encinas, alcornoques y chaparros. La pista, que vuelve a ser sinuosa, presenta dos pasos estrechos donde motos con maletas pueden tener problemas. Para evitarlos se puede seguir el tramo alternativo marcado, 6 kilómetros de carretera. Tras atravesar la A-66, hay que bajar la velocidad y prestar atención a diversos vados de hormigón para el paso de agua, muy poco visibles.

A mitad del recorrido la pista cambia radicalmente. Recorremos entonces el Cordel de la Cruz de la Mujer, una carretera ancha y rápida, sin asfaltar, que nos acompaña hasta el final de la ruta ascendiendo las estribaciones de Sierra Morena entre fincas ganaderas. En época de tormentas no hay que perder la concentración, pues nos encontraremos con las zanjas que forma el agua de lluvia. Tampoco debemos descuidarnos con la sucesión de curvas que descienden al contraembalse de Guillena, que bien hacen honor a su sobrenombre de “La Culebra” (parada 3).

Tras cruzar el cauce fluvial de la Rivera de Huelva, la pista vuelve a ascender con varias horquillas de 180º. Circulamos entre toros de lidia hasta llegar al embalse de Cala, más conocido como Lagos del Serrano (parada 4), buen sitio para descansar y probar la gastronomía de esta parte de Sierra Morena. Esta tierra tiene a las piezas de caza, también llamada carne de monte, como protagonista de un enorme elenco de platos que tradicionalmente se consumen en una innumerable sucesión de tapas. Destacan las elaboraciones con conejo, perdiz, venado o jabalí, así como chacinas ibéricas y productos serranos —chorizo, jamón, caña de lomo—, guisos y arroces con gurumelos. Tras reponer fuerzas, continuaremos por un breve tramo de carretera hasta El Ronquillo, final de la ruta (parada 5). Interesante, acercarse y caminar por la cercana Vía Verde de El Ronquillo y el Embalse de la Minilla (parada 6).

Contraembalse de Guillena. Obra de ingeniería que embalsa el cauce de la Ribera del Huelva y nutre de agua potable a la ciudad de Sevilla. Sorprende por su paisaje escarpado entre dehesas, una exuberante vegetación mediterránea y bosques de eucalipto. Situado a tiro de piedra de la capital, da forma a un oasis de paz.