Oficios del cuero

Las actividades del cuero estuvieron relacionadas en Almería con la provisión de todo lo necesario para el aparejo de las caballerías. El intenso cambio experimentado en el campo almeriense ha llevado a la desaparición de este tipo de trabajos, aunque la marroquinería se mantiene en algunos talleres de la capital.

En la provincia de Cádiz, Ubrique cuenta hoy en día con la principal concentración europea de talleres artesanos que trabajan la piel y hace décadas que su nombre es una referencia universal por la abundancia y calidad de sus trabajos en piel, bajo marcas propias o por encargo de algunas de las principales firmas de lujo, como Loewe, Christian Dior o Pierre Cardin.

En cuanto a Córdoba, su pasado histórico artístico ha sido tan influyente, que incluso la palabra inglesa "cordován" es una referencia al cuero de primera calidad. A destacar el pretigio que alcanzaron los guadameciles de Córdoba (cueros repujados, policromados y ornamentados con panes de oro y plata), y que aún hoy mantienen.

A pesar de los numerosos talleres dedicados al repujado, la marroquinería y la peletería existentes en los siglos XVIII y XIX, Granada no cuenta actualmente con una actividad destacada en este sentido.

La artesanía de Huelva se ha caracterizado por su estrecha vinculación al ámbito rural con la fabricación de productos utilitarios para la vida agraria y ganadera. Esta proximidad se ha mantenido hasta nuestros días, alcanzando su máximo exponente en la fabricación de calzado artesano y guarnicionería de caballo.

En el caso de Jaén, la guarnicionería de caza es el futuro del oficio del cuero, al haber desaparecido los talleres que suministraban guarnicionería a la agricultura de la provincia.

En la Málaga actual se viene consolidando el oficio de la marroquinería, con un incremento del número de talleres, al tiempo que desaparecen los más tradicionales de la guarnicionería y el calzado.

La artesanía de Sevilla ha girado fundamentalmente en torno al mundo del caballo, desarrollando, entre otros, el trabajo de los guarnicioneros. En este sentido, puede afirmarse que Écija es uno de los centros más reconocidos de la guarnicionería española.