Los pioneros de la nueva arquitectura. Granada y Almería

Obras pioneras del Renacimiento en España fueron dos castillos andaluces, remodelados a principios del XVI por nobles que apostaron por el cambio cultural e implantaron, en sus viejas fortalezas, palacios donde triunfaban plenamente las nuevas tendencias artísticas y arquitectónicas surgidas en Italia.

A pocos años del fin de la "reconquista", hacia 1509, el Marqués del Cenete, miembro de la poderosa y culta familia de los Mendoza, reconstruyó el Castillo de La Calahorra, con proyecto de Lorenzo Vázquez e intervención de artistas genoveses y lombardos, entre los que destacaba Michele Carlone.

Entre 1506 y 1515, el Marqués de los Vélez levantaba, con la ayuda de artífices italianos, el magnífico Castillo de Vélez Blanco. Distinta suerte han corrido ambos edificios. Si en el primero aún puede apreciarse el contraste de la mole exterior con su interior refinado -donde asombran el "cortile", la escalera o el programa decorativo e iconográfico-, el patio del segundo está en el Metropolitan Museum de Nueva York.

En Vélez Blanco puede verse también la portada del Convento de San Luis. Guadix, sede episcopal tras la "reconquista", muestra su Catedral, edificio gótico tardío cuya cabecera, en la que destaca la Capilla de San Torcuato, proyectó Siloé en los años centrales del XVI. La Plaza Mayor, aunque conformada en 1610-17 y reformada en 1834, conserva su aire renacentista. Baza enseña su Colegiata, obra del último gótico debida a Rodrigo de Gijaba. La Iglesia Parroquial de Huéscar es obra de Siloé.

Quien quiera rastrear más vestigios del Renacimiento en esta zona puede acercarse a Almería, cuya Catedral conoció en mitad del XVI una reforma que dirigió Juan de Orea y que afectó fundamentalmente a las portadas y fachada.