Las Sierras de Cazorla y Segura. Jaén
Ruta para quien guste, además de la arquitectura, del paisaje agreste, de la naturaleza e incluso de la acampada. Estas sierras, separadas por el Guadalquivir, próximo a su nacimiento, componen, al norte de la provincia de Jaén, un espacio donde la presencia del agua es constante, con numerosos torrentes, cascadas y fuentes.
Parajes de gran riqueza forestal, donde abundan la caza y la pesca, encinas, robles, enebros y matorrales tapizan sus laderas, de las que emergen pueblos y castillos, recordándonos el carácter de zona fronteriza que tuvieron durante mucho tiempo.
Pueblos serranos, donde las influencias castellanas y los acentos andaluces se funden, sus empinadas calles y callejas siguen los desniveles del terreno. Las casas pueden llegar a tener hasta tres plantas de altura y la cal cubre sus fachadas, en las que a veces se aprecia la construcción de mampostería.
Los rigores del clima se advierten en la presencia de chimeneas y en la apertura de escasos y pequeños huecos, aunque en Cazorla o en la Iruela encontramos balcones corridos protegidos por grandes aleros. La cubierta suele ser de teja a una o dos aguas. Son también característicos los grandes huecos de los secaderos, que ocupan la parte más alta de las viviendas.