La Sierra de Aracena. Huelva
Estribación occidental de Sierra Morena, ondulada y de poca altura (800 m.), ocupa el norte de la provincia de Huelva. Su paisaje esencial es una sucesión de encinas y alcornoques -sustento de preciados cerdos ibéricos-, castaños, nogales y chopos. Huertas y propiedades ganaderas, que suelen cerrarse con cercas de piedra y adobe, confieren un aspecto singular con esta comarca jalonada por un sinfín de pueblos y aldeas que, en muchos casos, se muestran al viajero en el fondo de los valles o en las laderas de los cerros, al pie de los castillos.
Los tejados rojizos y el blanco dominante de la cal en las fachadas componen la primera imagen de estas poblaciones serranas de calles empinadas y escalonadas, que conservan muchos de sus viejos pavimentos de piedra. Rasgos de sus arquitectura popular son los recercados de vanos, que también se encalan, los balcones llenos de macetas y rehundido a veces en un amplio arco de medio punto, o las solanas.
La vinculación secular de la comarca a Sevilla se reconoce en las ventanas con poyete, guarda polvo y reja fuera del plano de la fachada, frecuentes en Aracena. La proximidad de Extremadura se aprecia en la distribución sencilla de las casas, con pasillo central al que abren las habitaciones y el corral. El doblado o altillo es frecuente y menudean los zócalos.
Pero quizás sea el conjunto de tejados, a una o dos aguas y con aleros volados, lo más característico de la arquitectura serrana : la teja curva, que cubre superficies de altura y dimensiones diferentes, acaba bajando de los tejados para ocupar, en horizontal, los muros medianeros o rematar zonas delanteras semicerradas.
Elementos de especial interés son las fuentes-lavadero, testimonio de una tradición ya prácticamente desaparecida y las plazas de toros, de singular belleza y sabor popular : las de Cumbres Mayores o Aroche, en el recinto de un castillo medieval, la de Almonaster la Real, al pie de una mezquita musulmana, o la de Campofrío.