Forja y herrería
La fundición artística cuenta en Andalucía con relevantes testimonios históricos procedentes, tanto de la presencia fenicia y griega, como de la civilización tartésica, además de las obras que legaron romanos, visigodos y musulmanes.
Tras unos años de crisis, ha vuelto a tener relevancia este oficio en diferentes localidades andaluzas en las que fue tradicional el trabajo del hierro.
La provincia de Córdoba es probablemente la que cuenta con un mayor número de fraguas en toda España, siendo algunas de ellas de gran antigüedad. En la mayoría se ha procedido a una mecanización del utillaje, aunque se siguen trabajando las técnicas tradicionales.
Granada es también uno de los principales centros de las artes aplicadas a los oficios realizados con metales, con ejemplos destacables como los faroles, la cerrajería artística o la calderería. En este sentido, el cobre fue durante muchísimos años uno de los mayores emblemas de la artesanía granadina (actualmente se ha sustituido por el latón, aleación de cinc y cobre).
En el resto de provincias, a pesar del descenso en el número de fraguas, se está recuperando la tradición de la forja del hierro y la herrería, destacando las obras de cerrajería y lampistería artística, o la rejería, así como nuevas experiencias en diseño con el estaño y otros metales, como el bronce o el aluminio.