Playas adaptadas de la Costa del Sol
Dicen que la playa es salud, y es cierto. El mar, las olas, la suave arena rozando nuestra piel… el disfrute playero debe estar al alcance de todo el mundo. Por eso, la adaptación de las playas es ya una realidad.
Existen diferentes grados de discapacidad, que afectan a personas de cualquier edad, por eso, un espacio público como la playa ha de contar con las infraestructuras necesarias para que sean accesibles a los bañistas, sea cual sea su limitación física o intelectual. ¿Qué tal anda la Costa del Sol, destino playero por antonomasia, en el tema de la accesibilidad? Veámoslo con tres buenas propuestas, destacando entre ellas una de las más ejemplares.
Playa de La Misericordia
La de La Misericordia, situada en Málaga capital, es la más ejemplar en lo que a playas adaptadas se refiere, en la costa malagueña. Tradicionalmente ha sido y es punto de encuentro de familias y habitantes en la muy poblada zona oeste de la ciudad; pero es que además esta playa se ha adaptado a los tiempos la mar de bien, nunca mejor dicho. Y es que la movilidad reducida es una de las discapacidades más visibles, pero los servicios que allí se prestan al público abarcan también a personas con discapacidad sensorial.
- Pero empecemos por lo primero, su acceso propiamente dicho. Si te desplazas en coche, cerca de la playa encontrarás siete plazas de aparcamiento para personas PMR (personas con movilidad reducida). Los autobuses de las líneas 15 y 16, con parada cercana a esta playa, tienen rampa de acceso para usuarios con discapacidad.
- Los aseos cuentan, también, con servicios y vestuarios específicos que disponen de un espacio amplio para su uso.
- Los servicios para personas con movilidad reducida, ya en la playa, son diversos: dos sillas anfibias, material de flotación (muletas) y una grúa para facilitar trasladarse físicamente.
- Los servicios para facilitar la jornada playera a las personas con discapacidad visual y auditiva van desde las balizas (de información en el mar y de socorro) y tótems de playa, hasta el reloj emisor estanco y las pasarelas rígidas.
- El horario, de lunes a domingo, es amplio (de 11 a 20 horas). Hay personal de ayuda, en concreto dos monitores y varios voluntarios, repartidos por distintos puntos de la playa.
Playa de La Malagueta
Es la favorita de quienes habitan el Centro Histórico y sus barrios cercanos, aunque también turistas y visitantes se dejan caer por allí. La Malagueta suele estar muy concurrida y animada, en especial los fines de semana de verano, y se caracteriza por su suave oleaje y sus pequeños oasis en mitad de la arena. Es una de esas playas adaptadas para sillas de ruedas, con sillas anfibias y rampas para beneficio de los bañistas con dificultades de movilidad. El punto de playa accesible se localiza a la altura del puesto de la Cruz Roja. Dispone igualmente de aseos y vestuarios accesibles.
Playa de Los Boliches, en Fuengirola
Nos vamos por último hasta Fuengirola, concretamente al barrio de Los Boliches. Allí encontramos un espacio adaptado para sillas de ruedas, perfectamente acondicionado para bañistas con discapacidad. Esta playa ofrece lo necesario para disfrutar de un día de playa perfecto: tarimas para desplazarse, pasillos enrollables que facilitan los accesos, sillas y muletas acuáticas (las llamadas anfibias), aseos adaptados…
Relajarse en la tumbona, darse un buen chapuzón o tomar el sol debe ser accesible a todos, y este tipo de equipamientos en las playas de la Costa del Sol así lo demuestran. Hay que felicitarse por ello.