Parapente en la Sierra de Líjar y Algodonales
A finales del siglo XX, los montañeros que coronaban las cimas más altas del planeta quisieron ir un paso más allá en su aventura y deshacer el camino recorrido con esfuerzo, sudor y tesón, pero ahora de una manera mucho más rápida y poética: lanzándose en caída libre, en paracaídas, desde la cima conquistada. Y de este sueño y del deseo de satisfacerlo nació el parapente.
Si estás leyendo esto es porque una parte de ti anhela seguir los pasos de aquellos intrépidos montañeros. Y si realmente deseas que deje de ser un sueño y se haga realidad, te recomendamos que acudas a una de las mejores zonas de vuelo a nivel internacional: la Sierra de Líjar.
En el interior del Parque Natural Sierra de Grazalema y perteneciente a la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo (RBIM), la Sierra de Líjar y, en concreto, el municipio de Algodonales te darán la oportunidad de iniciarte en una ilusionante aventura: volar con parapente. Modalidad de paracaidismo deportivo, consiste en lanzarse desde una pendiente muy pronunciada utilizando un paracaídas desplegado y efectuar un descenso controlado.
Miles de pilotos de toda Europa acuden cada año a este lugar. Los motivos se encuentran en sus accesos, que facilitan el ascenso de vehículos, la excelencia de sus despegues y zonas de aterrizaje, unas térmicas que favorecen el vuelo de distancia y un clima magnífico, que asegura que se pueda volar prácticamente todo el año. A ello se une su ubicación estratégica, entre las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga, lo que convierte a esta sierra en punto de encuentro de numerosos pilotos de parapente y ala delta, pero también en sede de gran cantidad de eventos aéreos autonómicos, nacionales e internaciones.
Si ya te ha picado el gusanillo de lanzarte al vacío, montaña abajo, te vamos a dar otro impulso. No es necesario que realices un duro entrenamiento. Solo tienes que dirigirte a alguna de las empresas de turismo activo especializadas en vuelo de las muchas que trabajan en las inmediaciones de Algodonales. ¿Y qué tienes que llevar? Pues las ganas de volar y nada más, bueno sí, deseos de soñar. Para iniciarte, la mejor opción es la modalidad de parapente tándem: un piloto con experiencia te llevará de pasajero con todas las condiciones de seguridad necesarias, para que tú solo tengas que abrir bien los ojos y no perderte nada de lo que será, sin duda, una de las mejores experiencias de tu vida.
Generalmente, el vuelo dura una media hora, un tiempo en el que tendrás la sensación de mecerte en el aire mientras disfrutas de panorámicas increíbles. Pero también observarás un buen número de rapaces, como águila perdicera, halcón peregrino o buitre leonado, que domina los cielos con sus vuelos circulares. ¡Desearás tener alas propias!
Cuando pongas los pies en tierra firme, no te vayas sin visitar Algodonales, municipio de origen andalusí que se derrama plácidamente por la ladera de la montaña. Junto a la iglesia de Santa Ana, punto neurálgico de encuentro y de la vida social del pueblo, podrás degustar un revuelto de tagarninas. Ni se te ocurra marcharte sin conocer un poco de su historia, de cómo se fue poblando por gente venida de pueblos vecinos atraída por la fertilidad de sus tierras. ¿Sabías que Algodonales toma su nombre de la abundancia histórica de este cultivo?
Y si te has quedado en tierra, con ganas de elevarte a las alturas, hazlo con su gastronomía, levitando de placer al degustar su aceite extra virgen ecológico. No puedes irte del lugar sin disfrutar de su saludable ‘oro verde’.