Convento de Santa Clara
En Palma del Río, el origen del Convento de Santa Clara lo explica fray Andrés de Guadalupe en su Historia de la Santa Provincia de Los Ángeles (Madrid, 1662), quien atribuye a Juan Manosalbas la fundación del mismo arrepentido por dar muerte a su esposa infundido de celos. Para reparar la memoria de su mujer y expiar sus culpas, ofreció su casa para la orden de clarisas. El 13 de marzo de 1498 el Papa Alejandro VI firmó la bula de fundación y, años más tarde, los primeros condes de Palma, Luis Portocarrero y Francisca Manrique, fueron benefactores del convento aumentando el edificio y trayendo a dos monjas de Santa Clara de Andújar para poner en marcha el cenobio.
El conjunto del convento se estructura en varios cuerpos de edificación articulados por varios patios. El convento fue edificado a lo largo de varios siglos, apreciándose sus diferentes estilos: mudéjar, renacentista y barroco. El patio porticado del claustro, de planta cuadrangular, constituye el elemento arquitectónico de mayor valor artístico. Llama la atención la no uniformidad de las cuatro fachadas interiores, pues la situada al Norte, en la planta baja muestra columnas de estilo barroco, columnas salomónicas y capiteles simples frente a las tres galerías de columnas de ladrillo cerámico con basas y capiteles muestra del arte mudéjar.
Desde es bello patio, se inicia un recorrido por nuevos patios, bajo y alto coro, celosías, iglesia hoy salón de actos, portería con torno y hermosos azulejos sevillanos, con artesanados y forjados por vigas de madera talladas, pozos y fuentes, jardines y alberca y naranjos en flor que invitan a la paz y reflexión.
Según visitas establecidas por la Oficina de Turismo. Consultar.
Entrada gratuita.