Bodega García Gil, ubicada en el municipio de Oria de Almería, es una empresa familiar que combina tradición y modernidad en la elaboración de vinos de calidad.
Sus raíces se remontan a 1960, cuando Ginés García Mirón cultivó una pequeña viña con alrededor de 300 cepas de variedades autóctonas, logrando un vino rosado afrutado y joven, de color fresa con tonos violáceos, fruto del coupage de uvas blancas y tintas. A inicios del siglo XXI, Pedro Antonio García Gil, impulsado por la experiencia acumulada y el deseo de comercializar los vinos familiares, fundó la bodega.
Aunque sus instalaciones no son extensas, cuentan con las condiciones ideales para la elaboración de caldos que destacan por su calidad y personalidad. La bodega mantiene el legado vitivinícola de la región, históricamente enfocada en la producción de vinos jóvenes para consumo particular.
En su búsqueda por mejorar, ampliaron los viñedos e incorporaron variedades como Tempranillo, Merlot, Garnacha y Macabeo, abarcando una superficie de cinco hectáreas. Esta diversificación permite a la bodega ofrecer vinos que satisfacen los paladares más exigentes.
Un distintivo de la finca es su molino de viento, utilizado para extraer agua destinada al riego del olivar, y que se ha convertido en el emblema de la bodega. Bodega García Gil invita a disfrutar de sus vinos, un reflejo del esfuerzo y la pasión por la viticultura en una tierra de gran tradición.