Oleoturismo Jaén
El océano de olivos que inunda la provincia de Jaén, un paisaje espléndido, un enorme bosque humanizado que cabalga a caballo de unos parques naturales magníficos, y la excelencia alcanzada por su aceite de oliva permiten experiencias turísticas que no imaginarías, llenas de contenidos que van mucho más allá de un cultivo, hasta convertirse en cultura milenaria. Son numerosas las empresas que introducen al viajero en los secretos del manejo del olivar —chaspar, cortar, inhestar, varear, barrer…—, en los diferentes tipos de olivas y de aceites, en la cultura y arquitectura histórica asociada, en el prensado en almazara y los molinos históricos y, por supuesto, en la gastronomía gestada en torno a este zumo natural y saludable.
Jaén cuenta con los campos de olivos más extensos del planeta y la mayor producción de aceite de oliva virgen extra del mundo... y es el territorio que recibe más premios y reconocimientos a la calidad. Todo esto atesora esta provincia, pero también ha elaborado una enorme oferta turística y cultural alrededor de este impresionante y vasto patrimonio. El zumo de aceituna destila experiencias de bienestar y naturaleza, visitas a olivares y almazaras, alojamientos singulares y un sabor único que acompaña mil recetas. El progreso no ha quedado estancado en los olivares de Jaén, pues las novedades tecnológicas y agronómicas se suceden. Pero, por fortuna, nuestros agricultores tampoco han olvidado sus raíces, los manejos se siguen haciendo con la sabiduría que ha aportado una cultura milenaria, una manera tradicional de buen hacer.
Aunque en cada pueblo, en cada olivar, podemos recibir una lección de vida alrededor del aceite, la provincia ofrece hitos concretos y de gran éxito. Un caso es la almazara de Oleícola San Francisco, una empresa familiar de Begíjar y un referente en el oleoturismo. Además de diferentes visitas que tienen al olivar como escenario, durante diferentes periodos del año también ofrecen un recorrido por las instalaciones, como ocurre en otras almazaras, dando a conocer cómo se elaboraba tradicionalmente el aceite y cómo se produce en la actualidad aplicando las últimas tecnologías. La visita culmina, claro, con una cata de virgen extra.
El olivo cuenta con más de 2.000 variedades, 260 de ellas en España, pero en Jaén reina la picual. De ella se obtiene un aceite con una personalidad muy marcada, destacando por sus notas picantes y amargas. Es un aceite intenso, muy aromático. Aunque predominan las almazaras familiares, como San Francisco, las hay impresionantes por su tamaño, como la Almazara Nuestra Señora del Pilar, en Jaén, con 156 tanques en bodega que se nutren de 14.000 hectáreas de olivar y millón y medio de árboles; Picualia, en Bailén, que sintoniza a la perfección experiencias oleoturísticas con otras de tipo cultural, observación de fauna salvaje, etcétera; u Oro Bailén, que en Villanueva de la Reina elabora el mejor aceite del mundo.
En la provincia existen tres centros expositivos de referencia que invitan al viajero a introducirse activamente en el mundo del olivar y del aceite. El Museo de Cultura del Olivo, en Puente del Obispo (Baeza), utiliza como escenario una hacienda del siglo XVII. En él, junto a otros elementos interpretativos y un ‘jardín de variedades de olivas del mundo’, se muestran diferentes tipologías de prensas. Desde una de viga y quintal, una de las más antiguas conocidas y cuyo funcionamiento se basa en la ley de la palanca, a una de alhorí, del siglo XIX y que, movida por animales, molturaba la aceituna. Pero también muestra una prensa de torre, de menor presencia y monumental, donde el prensado se realizaba dejando caer su enorme peso sobre los capachos que contenían la masa de la aceituna.
En Úbeda se ubica el Centro de Interpretación del Olivar y Aceite de la provincia de Jaén, cuyo recorrido sorprende por su carácter participativo. Finalmente, en Mengíbar, Terra Oleum ofrece un Museo Activo del Aceite de Oliva y la Sostenibilidad, un moderno espacio expositivo destinado a la difusión del conocimiento relacionado con el cultivo del olivo, la tecnología de la producción de los aceites y la economía oleícola.
Pero si la cultura del aceite de oliva llega a la excelencia, su gastronomía, basada en el aceite de oliva virgen extra temprano (AOVE), alcanza el summum. Restaurantes como Bagá o Dama Juana (Jaén), premiados con una estrella Michelin, son solo la punta de lanza de una vanguardia desbordante: Mangas Verdes (Jaén), Canela en Rama y Los Sentidos (Linares) o La Cantina de la Estación (Úbeda), entre otros.