Nerja, un precioso balcón blanco al Mediterráneo
Preciosas calitas de agua transparente, una gastronomía de rechupete, maravillosos miradores encalados al mediterráneo, una visita a su cueva o una tarde de compras te esperan en uno de los pueblos más vistados y fotografiados de la Costa del Sol.
Entre maravillosas playas de arena fina, aguas turquesas de azul transparente y maravillosos miradores color blanco encontramos a Nerja, un precioso pueblo marinero de la Costa del Sol donde el Verano nunca parece acabar con temperaturas suaves y agradables, que recorren sus calles todo el año e invitan a recorrerla una y otra vez, junto a su brisa marinera.
Hay lugares a los que no les hacen falta adjetivos que los describan. Muchas veces no hay mejor forma de explicar un lugar que invitándote a vivir la experiencia de recorrerlo, de vivirlo.
La brisa del viento de sus mañanas, esa extraordinaria sensación de asomarse a un acantilado bajo el único sonido de las olas romper en sus orillas...
Un paseo despreocupado entre fachadas encaladas, alejado de todo tipo de problemas de la semana...
O simplemente una divertida tarde de pequeñas compras de artesanía que rompan con la rutina del día a día...
Y es que así, así es Nerja. Uno de esos rincones del sur de Andalucía a los que los adjetivos precisamente les sobran y donde experiencias como estas, son suficientes para invitar a cualquiera a pasar unas horas en lugares como este.
Un simple despertar desde cualquier rincón de su precioso Hotel Parador ya es motivo de visita...
Esa brisa a mar que respira cada rincón de la ciudad, esa sorpresa del qué divisar desde la mirada del maravilloso balcón de Europa.
Poder explorar los tesoros más antiguos del subsuelo de la ciudad, a través de la famosa Cueva de Nerja de la mano de profesionales como Miguel Joven y su visita exclusiva...
O esa explosión de sabores, que pasan del mar a la mesa a la hora de comer con arroces, pescados y mariscos que aún parecen moverse en tu plato.
No hay nada como poder saborear un delicioso pescaito frito, un riquísimo pescado de roca al horno o un espectacular atún rojo a la plancha con papaya...
Una ensalada tropical con deliciosos frutos del mar...
Y todo ello, frente a vistas, como estas, desde el restaurante del Parador de la ciudad, un gustazo de sabores marineros que con vistas al mediterráneo, saben si cabe, mejor.
Como veis, todo lo que os proponemos en este reportaje son experiencias, que por si solas, ya te invitan a perderte en una ciudad sin adjetivos pero cargada de momentos, que mereces, regalarte.