Navidades blancas y perrunas... en Sierra Nevada
Estamos en diciembre y queremos experimentar unas vacaciones inolvidables... y muy blancas. Sierra Nevada es el destino ideal, la tierra de sol y nieve. ¡Pero queremos que nuestro amigo la disfrute también!
Sierra Nevada, en invierno, es un remanso blanco que atrae a los amantes del esquí cada año. Patria del Mulhacén, nuestro techo peninsular (erguido a 3.479 metros de altura), rodeado de una treintena de picos que superan los miles de metros de altitud, es un enclave de enorme biodiversidad. La Estación de Esquí y Montaña de Sierra Nevada, la más meridional de Europa, está situada en pleno Parque Natural de idéntico nombre. Sus pistas procuran la experiencia de la nieve a quienes la han visto en películas solamente. Las actividades están cada vez más diversificadas, de modo que la oferta para no esquiadores se antoja atractiva, lúdica y divertida: así son las excursiones con raquetas de nieve o las rutas nocturnas en máquinas pisa pistas, por poner dos ejemplos.
Dormir con tu perro en Granada no supone problema alguno: muchos son los alojamientos pet friendly que, tanto en la provincia como en la capital, te facilitarán la estancia con tu can. Sierra Nevada no se ha quedado atrás en su bienvenida al turismo de mascotas. Dado que la idea es pasar unas mini vacaciones en la nieve, lo suyo es aprovechar la gran oferta de apartamentos donde se admiten mascotas que están cerca de los remontes (es decir, telesillas y telesquís que nos ayudan a alcanzar las cotas altas para poder esquiar).
Estos alojamientos, equipados con todas las comodidades, son ideales para pasar las navidades más blancas con tu mascota y tu peque. En algunos casos ni siquiera cobran suplemento por alojar perros, caso de los Apartamentos Montreal (a solo 100 metros de la pistas de esquí de La Sabina). Otros sí que lo hacen -con diferentes precios, según su peso-, como los Apartamentos Torrecillas o Costasur, localizado a 300 metros de los remontes y con vistas al valle.
Si quieres esquiar con tranquilidad, puedes acudir igualmente a los cuidadores de mascotas que ofrecen sus servicios, puesto que no está permitido el acceso a las pistas para los perros. Lo que sí podemos hacer es pasear con ellos en los alrededores de ellas, siempre y cuando vayan atados. Sin duda, será una ocasión maravillosa para verle correr, revolcarse y jugar sobre el manto blanco. ¡Seguro que no te resistes a hacerles unas fotos!
Otra opción es coger a tu amigo y disfrutar de entornos increíbles como el que ofrece Güejar Sierra, a apenas 40 minutos de la nieve, en pleno corazón de Sierra Nevada. Muchas son las casas rurales que te permiten ir a Sierra Nevada con perro, como la Casa Diaman, que nos recuerda la cercanía de la estación de esquí. Los amplios ventanales de estas casas, su calidez, el increíble entorno... la hacen en verdad irresistible.
Encuentro en las cumbres
Hay rutas, como la del Pico Veleta y Mulhacén desde Pradollano, que pueden hacerse con perros pese a su distancia (poco más de 37 kilómetros), aunque el deshielo facilita el camino. Pero estamos en diciembre y el encanto del manto nevado está ahí -como también su dificultad-, por eso siempre será recomendable ir bien preparados y a ser posible con un guía o sherpa que conozca bien los senderos. Otra ruta interesante es la que sale de Hoya de la Mora y termina en Tajos del Nevero, o la que asciende por el Collado de Carigüela hasta los Crestones de Río Seco, y finaliza en el Barranco de San Juan.
Precauciones para la nieve
Hay que tomar ciertas precauciones cuando viajamos con nuestra mascota a la nieve. Lo normal es que le de por comérsela -¡la nieve, sí!-, de modo que habrá que regañarle, puesto que la ingesta de nieve puede causar algunos trastornos estomacales. En cuanto al frío, a no ser que pertenezca a una raza nórdica o sea un perro de montaña (husky siberiano, San Bernardo, samoyedo), habrá que tener en cuenta que el ecosistema habitual de tu mascota cambia radicalmente cuando subes al monte. Esto puede afectar, especialmente, a perros pequeños o de avanzada edad.
Llévate algo de abrigo para él o ella, por si pasáis mucho tiempo paseando por la nieve; un jersey o protección para las patas será suficiente. Al volver al hogar eventual -apartamento, hotel o camping- no te olvides de limpiar los restos de hielo que hayan en su cuerpo, ni de procurar que descanse en un lugar calentito y seco.