La Iglesia de San Agustín es una de las Iglesia conventuales de mayores dimensiones de la localidad y un lugar de referencia en la Semana Santa montillana. Custodia un importante número de tallas procesionales, como la imagen de Jesús Nazareno, La Virgen de los Dolores y el Cristo de la Yedra.
Entre los distintos trabajos de restauración llevados a cabo se ha conseguido recuperar el esplendor del de la Capilla de Jesús Nazareno, con una rica decoración en yesera de la cúpula, vinculada al mecenazgo de los Fernández de Córdoba, quienes financiaron su construcción entre 1677 y 1689, aunque la iglesia sufrió una importante reforma en el siglo XVIII.