Mecina Bombarón
Mecina Bombarón, cabecera del término municipal de Alpujarra de la Sierra, goza de la característica esencial que define la imagen de los pueblos alpujarreños: una arquitectura singular en sus viviendas, perfectamente adaptadas a lo quebrado del terreno y a la climatología de la zona, que se ordenan en estrechas calles donde perdura la memoria de su pasado morisco.
En el corazón de la Alpujarra granadina, comarca única en el solar peninsular, escalón natural entre la costa mediterránea y Sierra Nevada, donde se yerguen los picos más altos del territorio español, es por "derecho natural" un lugar que debe ser conocido.
Historia
Mecina Bombarón tiene su origen en el siglo X, cuando los bereberes fundaron muchos de los pueblos de La Alpujarra. Fue en esa época un núcleo urbano de grandes proporciones; contaba con ocho barrios, cada uno con su propia mezquita.
Durante el período nazarí perteneció a la taha de Juviles.
La historia de Mecina Bombarón corre pareja a la de otros pueblos alpujarreños, que tuvieron su momento de esplendor en el período árabe-andalusí, cuando toda la Alpujarra era un importante emporio agrícola especializado en la producción de seda.
Tras la conquista de Granada (1492) por los Reyes Católicos, la población se vio paulatinamente sometida a una presión que llegó a convertirse en intolerable, y en 1568 un rico terrateniente de la zona, Hernando de Córdoba y Válor, que tomó el nombre de Abén Humeya, se levantó en armas contra Felipe II, provocando una revuelta general entre los moriscos de todo el reino de Granada.
Fue un vecino de Mecina Bombarón, Abén Aboo, primo y lugarteniente del caudillo morisco, quien acabó con la vida de Abén Humeya (1569), ocupando el puesto de cabecilla de la rebelión que, al poco tiempo, era duramente reprimida por Don Juan de Austria.
Los moriscos serían definitivamente expulsados en 1609. La Alpujarra se fueron poblando luego con campesinos procedentes de Galicia, León, Asturias, Castilla y otros lugares de Andalucía.