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REGIONES Y BLOQUES DE LA PLANTILLA

Lucena, la perla de Sefarad

Lucena serfardí

Eliossana, como fue conocida Lucena durante su gran época sefardí, durante un tiempo estuvo exclusivamente habitada por judíos, cuya cultura ha forjado su carácter e historia hasta nuestros días. Tan honda fue esta impronta, que gran parte de la élite lucentina de los siglos posteriores tiene su origen en familias de judeoconversos. Ciudadanos que, durante años, se fueron estableciendo en Lucena atraídos por su fama y buena estrella. Vayamos al principio de esta historia.

Durante los siglos IX al XII la ciudad de Lucena se convirtió en una de las comunidades judías más destacadas de Al-Andalus. Tanto, que atrajo a los más prestigiosos filósofos y poetas de la época y llegó a ser conocida como "la Perla de Sefarad". Su esplendor cultural puede compararse al de los círculos literarios hispano-hebreos de Córdoba y Granada durante el Califato y los reinos de Taifas. 

Panorámicas

Entre sus muros, que acogieron a numerosos hebreos huidos de las persecuciones de Granada y Córdoba durante el siglo XI, se encontraba la Academia de Estudios Talmúdicos, punto de reunión de grandes intelectuales, filósofos, poetas y médicos del momento. 

Castillo_Almodovar

Un punto imprescindible para reconocer la memoria de "la Perla de Sefarad" es acercarse hasta la Parroquia de San Mateo, donde aún se puede sentir la espiritualidad de las tres culturas que sucesivamente dejaron su huella en el templo. En el solar de la iglesia de San Mateo se encontraba la antigua sinagoga, luego mezquita de la ciudad, hasta que después de la conquista cristiana, en 1240, se adaptó al nuevo culto.

Lucena

Junto a la Plaza de España, es de obligada visita el Castillo del Moral, una fortaleza medieval declarada bien de interés cultural. Probablemente, su parte central, la más antigua, fue elevada entre los siglos XI y XII, en tiempos de la Lucena judía. Posteriormente, tras la conquista cristiana de la villa, fue muy transformada hasta acabar con la fisonomía que hoy presenta. En sus alrededores y en el marco de la Guerra de Granada, tuvo lugar la famosa Batalla de Lucena o del Arroyo de Martín González, donde cayó vencido al último rey de Granada, Boabdil el Chico. Aún queda en la memoria que, durante un tiempo, estuvo preso en la Torre del Homenaje del Castillo del Moral. 

Castillo del Moral

El Castillo del Moral alberga hoy día el Museo Arqueológico y Etnológico de la ciudad que, a través de sus diez salas, ofrece un recorrido por la historia de Lucena.  La sala "Perla de Sefarad", cuyas paredes están decoradas con poemas de lucentinos ilustres, en lengua hebrea, recibe al visitante con un busto del gran gaón lucentino Al Fasi.  

Museo Arqueológico

Un buen número de las piezas que acoge el museo corresponden a ajuares funerarios de la necrópolis judía de Lucena, la más extensa de la Península y visita obligada para seguir ahondando en el conocimiento y disfrute de la vieja Eliossana. El Cementerio judío, del que se han documentado 346 tumbas excavadas en casi media hectárea, es una de las joyas del patrimonio sefardí español. Pasear en silencio entre su tumbas y lápidas o contemplar el muro de las lamentaciones, que se ha recreado junto a los cuatro tipos de tumbas halladas, nos ayudará a entender mucho mejor la vida de la sociedad judía, comunidad que hoy día sigue venerando este espacio como lugar de referencia de sus antepasados.

necrópolis judía
Lucena, la perla de Sefarad
Lucena.