Los pasos de Mariana Pineda, la heroína de Granada
Activista en los círculos liberales y masónicos de Granada, tras su ejecución se convierte en símbolo de la Libertad, del Valor y la Lealtad.
Mariana Pineda (Granada, 1804-1831)
Mártir de la libertad
Heroína granadina, defensora de la libertad y la igualdad. Nace a orillas de la Carrera del Darro, en la casa donde hoy se encuentra el Hotel Palacio Mariana Pineda, a la sombra de la Alhambra y cerca de Plaza Nueva, uno de los centros neurálgicos de Granada. Tuvo una vida familiar muy azarosa, se casó, en la iglesia de Santa Ana, a los 15 años y tiene dos hijos. Luego tendría otro fruto de un amor no confesado. Cuando muere su esposo inicia su activismo político, enfrentándose al absolutismo de Fernando VII que firmaría su sentencia de muerte en 1831. Fue activista en los círculos liberales y masónicos de Granada y mantuvo contactos con los liberales exiliados a Gibraltar donde los generales Torrijos y Espoz y Mina preparan un levantamiento contra el rey. Visita casi a diario a los presos políticos en la cárcel de Granada y asume el papel de las tareas de inteligencia de los liberales. Es detenida cuando le encuentran en su casa una bandera de tafetán morado, con un triángulo verde que tenía bordadas las palabras "Igualdad, Libertad y Ley”. La detienen y es recluida en su casa, calle Águila 19, y posteriormente trasladada a la cárcel-convento de Santa María Egipciaca, que se encontraba cerca de Puerta Real, junto a la iglesia de San Anton y el convento de las religiosas Capuchinas (calle Recogidas), de donde intenta fugarse sin éxito. Una vez llegó la sentencia de muerte por negarse a delatar a sus amigos los liberales y masones fue trasladada a la Cárcel Baja donde está dos días hasta su muerte por garrote vil en el Campo de Triunfo de la Inmaculada en la mañana del 26 de mayo de 1831. Mariana Pineda tenía 27 años.
Mariana, un símbolo
La plaza Mariana Pineda ya no tiene la sencillez de los años primeros del siglo XX, con casas primorosas y que daban una fuerte personalidad a este lugar en la que en 1873 se levantó una estatua en honor a la entrañable granadina defensora de la libertad y de la igualdad. La estatua en mármol de Macael, con pedestal de guirnaldas, es lo que queda de aquella época y donde Federico García Lorca leyera algunas de sus poesías en la histórica tarde de 1931 y en la que el poeta participó de forma jubilosa. La escultura es del escultor granadino Miguel Marín Torres y fue instalada mirando al desaparecido Teatro Cervantes. Aquí, en este teatro, Federico García Lorca estrenó su Mariana Pineda el 29 de abril de 1929 con Margarita Xirgu haciendo de heroína.
De aquella época apenas si perviven los viejos árboles, majestuosos y de anchas copas y por donde aún parecen brotar las palabras de Mariana Pineda.
Camino del garrote
En la madrugada del 26 de mayo de 1831 se organiza desde la Cárcel Baja el cortejo que debe trasladar a Mariana Pineda al cadalso. Le ponen ropas de ajusticiada, le ataron las manos y la montaron en una mula y así partió por la calle Cárcel Baja hacia la de Elvira, arrabal en tiempos de los árabes y hoy lugar donde se disfruta de un ambiente joven, lleno de teterías y locales para tapear. Una vez pasado el arco de Elvira se llega al Triunfo, donde en el llamado Campo del Triunfo se levanta el cadalso que espera a la heroína granadina. El cortejo lo forman el pregonero, un piquete de caballería, frailes rodeando a la mula sobre la que iba Mariana Pineda, con un crucifijo entre las manos; un poco más apartados los Hermanos de la Caridad, dos alguaciles y un piquete de infantería porque las autoridades absolutistas tenían miedo de un levantamiento popular. Todas las calles del recorrido estaban llenas de gente en un silencio total, con el sólo sonido del tambor y el rezo de los frailes.
Campo del Triunfo
La leyenda de Mariana Pineda empezó a glosarse en el Campo del Triunfo que se extendía desde los jardines del Triunfo al arco de Elvira, lugar de ejecuciones públicas hasta 1840. El Campo del Triunfo estaba asentado sobre el cementerio árabe (s. XIII) más grande de la Granada musulmana. En la actual Plaza de la Libertad fue ejecutada a garrote vil Mariana Pineda. El patíbulo, todo cubierto con telas negras, estaba instalado al lado izquierdo del monumento a la Inmaculada, escultura de Alonso de Mena. Dice la historia que Mariana Pinedasube al tablado, "hierática, se sienta en el banquillo del fatídico instrumento; empieza a llover cuando las toscas manos del verdugo le colocan la fatal gargantilla de hierro en sus bodas de la muerte. Mariana Pineda entra en la historia y en la leyenda”.
Una cruz de hierro sobre una modesta columna recuerda aquel 26 de mayo de 1831. El espectáculo de la muerte de Mariana Pineda paralizó la ciudad. Todo el Campo del Triunfo de la Inmaculada estaba tomado por los militares y autoridades absolutistas, con curas y frailes dando fe del crimen y en el Arco de Elvira mujeres que habían bajado desde Albaicín lloraban en silencio su muerte. En la calle San Juan de Dios algunos huidizos liberales asistían perplejos a la muerte de quien se había negado a dar nombres de los que preparaban el alzamiento liberal en Granada.
Mariana de Pineda fue enterrada en el anonimato, en el cementerio de Almengoren las proximidades del Beiro, hasta el 17 de mayo de 1836, día en que el Ayuntamiento de Granada decidió la exhumación de sus restos, que fueron custodiados en una urna de nogal durante 20 años y depositados sucesivamente en varios lugares: en la Basílica de la Virgen de las Angustias, en capilla del oratorio de la Casa Consistorial situada en la Madraza de Yusuf I, en la iglesia del Sagrario y de nuevo en dependencias municipales. Por último sus restos permanecen desde 1856 en la cripta de la Catedral de Granada.
"No me bajéis las medias”
La historia dice que Marina Pineda, en la Cárcel Alta, cuando recibe la sentencia de muerte, vuelve a ratificar, con admirable espíritu y serena voz, que no diría una palabra que pusiera en peligro a sus amigos los liberales y es conocida la leyenda de que antes de ser trasladada al cadalso, cuando pretendían quitarle sus vestidos y sus ligas exclamó: "Eso no, jamás consentiré ir al patíbulo con las medias caídas!” Quiere morir con dignidad.
La muerte le llega a Mariana Pineda en uno de los lugares históricos más reconocidos de Granada. Detrás de la plaza del Triunfo, tapado por los árboles, está el Hospital Real, edificio renacentista y plateresco (1504-1522) fundado por los Reyes Católicos para enfermos pobres y peregrinos, actual sede del rectorado con una espléndida biblioteca y en un lateral de la misma plaza se encuentra la Basílica de Fray Leopoldo de Alpandeire, el fraile de los pobres y el monumento a la Inmaculada, obra del imaginero granadino Alonso de Mena (1631). Y otro monumento llama poderosamente la atención, el dedicado a San Juan de Dios, el amigo de los pobres que se levanta frente al Hospital Real.
Los paseos de Mariana Pineda
Paseo 1. Carrera del Darro - Plaza Nueva - Real Chancillería - Parroquia San Gil y Santa Ana - Puerta Real - Acera del Casino y Teatro Isabel la Católica en el centro de Granada.
Paseo 2. Plaza del Campillo- Plaza de Mariana Pineda- Carrera de la Virgen- Basílica de Ntra. Sra. de las Angustias- Paseo del Violón.
Paseo 3. Cárcel Baja y Cárcel Alta- Calle Elvira- Arco de Elvira- Jardines y plaza del Triunfo- Plaza de la Libertad con el monumento en el lugar que fue ajusticiada- Hospital Real - Catedral donde fueron trasladados sus restos en 1856.