La Ermita de San Roque fue construida a principios del s. XVII al sur de Loja, a pie de la Sierra, en un lugar relacionado con la epidemia de 1600, ya que en ese solar se enterraban a los fallecidos, y la misma ermita se utilizó como hospital de contagio.
La ermita sigue una estructura similar a las otras de Loja, de una sola nave, cubierta abovedada y campanario en espadaña.
En la actualidad, el interior de la Ermita de San Roque sigue una restauración posterior a la gran pérdida sufrida tras el incendio de la Guerra Civil, y las imágenes que albera en su interior - Virgen de la Esperanza, Jesús Orando en el Huerto de los Olivos y el Apostolado - procesionan el Martes Santo. En el camarín principal la imagen de San Roque, que procesiona a mediados de agosto durante las fiestas que en su honor tienen lugar en el barrio Alto de Loja.