Las Menas de Serón
En la Sierra de los Filabres, el poblado minero de Las Menas (Serón) se edificó para la extracción de mineral de hierro de esta zona de la comarca del Almanzora. Las minas permanecieron activas hasta 1968, congregando a 2.900 personas entre mineros y familias. Un sendero señalizado de 6 kilómetros permite conocer la colonia, desde la ermita de estilo inglés al pabellón de solteros, pasando por el cuartel o el mismo centro de visitantes, donde se explica la historia del lugar.
Durante el medio siglo de vida que fueron explotados, el viejo poblado de Las Menas de Serón se ubicó junto a los yacimientos de hierro más importantes y productivos que tuvo la provincia de Almería. Construido con una ordenación urbanística muy jerarquizada, en función de la posición social que ocupaba cada habitante, alberga edificaciones muy diversas y de buena calidad arquitectónica. A modo de referente, está la Ermita de Santa Bárbara, pero también oficinas, pabellón de obreros, hospital, talleres y varias casas de directivos y técnicos.
El poblado de Las Menas conserva un buen número de las edificaciones de esta gloriosa época. Algunas de ellas están completamente restauradas, otras en proceso, como las casas del director de las minas y de los Ayudantes de Dirección, y el resto se encuentra tal y como se quedaron tras el abandono de sus antiguos pobladores. Por otra parte, la explotación cuenta con 25 kilómetros de galerías de las que se extrajo en un primer momento plomo y posteriormente hierro.
Tras su cese, en 1968, se produjeron numerosos expolios, pero ha sido recuperado como centro turístico con área de acampada, un apartahotel y otras instalaciones de turismo medioambiental que han puesto en valor este singular paraje. También cuenta con un centro de visitantes, un centro de interpretación geominero y un parque forestal formado por árboles y arbustos autóctonos, que permiten conocer tanto la historia minera de la zona como las características ambientales de la Sierra de los Filabres.
Con el cierre de la minería, el pueblo encontró otra alternativa económica en la producción de jamones y embutidos. Hoy se curan miles de piezas que han gestado un producto de excepcional calidad, como es el Jamón de Serón, reconocido con Indicación Geográfica Protegida.