Hacienda Guzmán

Hoy, más de 500 años después, y tras haber sido sometida a una importante restauración, la Hacienda Guzmán, máximo exponente de hacienda olivarera del barroco sevillano, vuelve a vivir una etapa de esplendor combinando el uso privado y familiar con la producción de aceite de oliva y el desarrollo de actividades de oleoturismo gestionadas por la Fundación Juan Ramón Guillén, entidad sin ánimo de lucro con sede en la finca. 

A tan solo 15 minutos de la estación de trenes de Sevilla, y a diez del aeropuerto, la Hacienda Guzmán se erige imponente rodeada por 340 hectáreas de olivar ecológico de las variedades manzanilla, hojiblanca y arbequina. Quien visita la finca puede viajar en el tiempo y comprobar el método empleado entre los siglos XVI y XIX en el impresionante molino original del siglo XVII, que cuenta con una prensa de madera de caoba de 15 metros de longitud, y que contrasta con el cuidado proceso de elaboración del aceite empleado actualmente, desde la selección a mano de las mejores aceitunas en el campo hasta la fase de molturación en la pequeña almazara, donde se produce uno de los cinco mejores aceites premium del mundo, HG. Además, el visitante puede pasear por la olivoteca, colección de olivos única en el mundo con más de 150 variedades de 13 países tan dispares como Grecia, Albania, Siria o México. Un singular enclave que recoge la diversidad del olivar en el mundo. El recorrido se completa con el paso por cada uno de los tres patios, el museo de carruajes y el jardín andalusí, que rodea la fachada principal pintada por el escritor romántico Richard Ford durante su estancia en la hacienda. Como broche de oro a la jornada, siempre se realiza la cata de las cuatro referencias de HG, el aceite de oliva virgen extra producido en la misma finca, y en la que los participantes aprenden a diferenciar los matices entre las diferentes variedades. 

La oferta de oleoturismo en la Hacienda Guzmán es amplia y recoge diferentes experiencias que van desde la visita guiada con cata de aceites y la visita con desayuno molinero, hasta la opción más completa que incluye visita a la recolección, paseo en coche de caballos y picnic de productos gourmet andaluces a la sombra de los olivos. 

Los recursos obtenidos por la actividad de oleoturismo se destinan íntegramente al desarrollo de los diferentes programas de la Fundación Juan Ramón Guillén, entidad que tiene como principal objetivo promover el desarrollo del sector olivarero andaluz y la puesta en valor de la cultura aceitera.