La Iglesia del Espíritu Santo fue fundada en 1353 como convento del Sancti Spiritu por una de las órdenes más antiguas surgida en el Pontificado de Inocencio II, quienes se dedicaban a recoger ancianos desvalidos enfermos y pobres abandonados. Desde entonces varias órdenes habitaron el convento, dedicándose a diversas actividades siempre de carácter social, hasta que en 1810 las tropas napoleónicas ocuparon el edificio y lo saquearon y en su huida en 1812, incendiaron la iglesia que quedo casi hundida pudiéndose salvar la mayoría de las obras de arte.
Su reedificación pudo llevarse a cabo gracias a un cortijo y unos bienes que habían dejado los religiosos del Sancti Spititu que se habían podido reservar de la desamortización, con la aportación de su propio peculio del
administrador y capellán Don Álvaro Joaquín del Rosal y Estrada y otras ayudas del pueblo. Después de estas obras la iglesia quedó reducida al desaparecer las antiguas capillas, que actualmente presentan un estilo neoclásico.
Este nuevo templo se inauguró el día 1 de Enero de 1817. Actualmente, esta iglesia alberga al Jesús Nazareno, cuyo autor es Juan de Mesa (1622) en el que perfeccionó su versión nazarena del Gran Poder sevillano.
Esta iglesia también contiene el retablo de mampostería y camarín de la imagen de Jesús Nazareno, obra del maestro rambleño Francisco Ambrosio de León, siglo XVIII, así como el magnífico retablo en madera de imitación caoba con apliques tallados en dorado y molduras del camarín Virgen de la Soledad, obra del escultor ecijano Juan González, año 1778.
Dicho retablo se compone de la parte central que da paso al camarín, y de las alas laterales que abren en las que aparecen el vacío que tuvo que tener encajado un bajorrelieve tallado en caoba con motivos de la Pasión de Cristo. Estas piezas le darían al retablo un valor todavía mayor y de gran mérito que creemos que sería robados a raíz del incendio por la ocupación francesa.