La Minería del Alto Guadiato
Los 16 castilletes de hierro o piedra que daban servicio a los pozos carboneros de Bélmez, se elevan hoy como testigos impertérritos del pasado minero de la comarca. El Museo Histórico de Belmez, que incluye viejas herramientas mineras, lo cuenta en detalle. La mejor visita debe complementarse con el Museo Geológico Minero de Peñarroya-Pueblonuevo y el llamado Cerco Industrial, un conjunto de factorías que protagonizaron la producción de plomo, zinc y fosfatos durante los siglos XIX y XX.
La historia de Peñarroya-Pueblonuevo, como la de toda la comarca, está ligada a la explotación del carbón, que trajo a la ciudad una época de gran esplendor entre las décadas de los años 20 y 60 del pasado siglo. Al pasear por el municipio, se observa el gran legado arquitectónico que la actividad minera nos dejó. En cierto sentido, su patrimonio presenta una personalidad multicultural, sobre todo de influencia francesa. Pues, a finales siglo XIX, la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya, de capital galo, tomó las riendas de la explotación minera. En el Barrio Francés emergen las viviendas de los directivos de la empresa, todas con un gran jardín por delante de la fachada, verja y ventanas de madera. Las habitaciones, de altos techos, y sus grandes patios traseros aún pueden apreciarse en algunas casas.
El Museo Geológico Minero se encuentra en la Yutera, una vieja fábrica del Polígono Industrial La Papelera que ocupa un área de más de 10.000m2 de extensión. Fechada en la segunda mitad del siglo XIX, fue diseñada por Eiffel. En el centro se exponen útiles de prospección minera, una colección que ronda 700 minerales de los cinco continentes, una serie de rocas y la explicación de sus usos ornamentales, así como las aplicaciones industriales y/o gemológicas de los minerales, un amplio conjunto de fósiles y diversas maquetas relacionadas con la minería, como un lavadero de mineral a escala.
Otros centros expositivos de la comarca son el Museo del Cobre de Cerro Muriano y, en Belmez, el Museo Histórico y del Territorio Minero. En un paseo por el término de Belmez, podremos disfrutar de los 16 castilletes centenarios con estructura metálica o de mampostería, que daban servicio a los pozos por los que se extraía el carbón. De cuatro metros de diámetro, en muchos casos llegaban a los 300 de profundidad. En Fuente Obejuna también se abrieron pozos, algunos de ellos activos hasta hace pocos años, como el de María. Por otra parte, en su término se encuentra la ciudad de Mellaria, un centro administrativo de primer nivel que gestionó la minería de la comarca durante época romana.