La Gran Senda de los Primeros Pobladores de Europa
En la granadina comarca de Huéscar, una senda de unos 150 kilómetros recorre variados parajes en los que han quedado impresas las huellas de animales y homínidos prehistóricos. Una ruta desconocida y fascinante por los albores de la Historia que puede ser recorrida a pie, en bicicleta o en coche.
Los campos de la comarca de Huéscar presentan hoy un aspecto árido, interrumpido aquí y allá por terrazas de cultivo - en los que crecen olivos y árboles cítricos -, aislados parches boscosos - como el que tapiza las laderas del impresionante collado de La Sagra - y esa vegetación de arbustos pardos, rojizos y verdes típico de las badlands.
Sin embargo, hace cientos de miles de años, aquí se hallaba un gran lago que servía de fuente de vida a una multitud de especies animales y vegetales. Así, el lugar tenía cierta similitud con lo que hoy es la sabana africana.
Por las verdes y tupidas laderas de las colinas y montañas corrían hienas, tigres de dientes de sable e incluso los enormes mamuts. Sin ser aún el dominador de todos ellos, el hombre primitivo desempeñaba un papel casi de carroñero mientras esperaba a que su inteligencia se desarrollase lo suficiente como para situarse en la cúspide la cadena alimenticia.
Podemos saber todo ello gracias a los yacimientos arqueológicos hallados en esta comarca que recorre la Gran Senda de los Primeros Pobladores de Europa.
Pero antes de entrar de lleno en esta ruta tan interesante desde el punto de vista histórico, paisajístico, cultural e incluso gastronómico, vamos con una serie de consejos logísticos que te servirán para preparar tu aventura a lo Indiana Jones.
Dónde se halla la Gran Senda de los Primeros Pobladores de Europa
Este recorrido discurre, de forma circular, entre seis municipios de la granadina comarca de Huéscar: Puebla de Don Fadrique, Huéscar, Castril, Castilléjar, Galera y Orce.
Cómo recorrer la Ruta de los Primeros Pobladores de Europa
Con una distancia a cubrir de cerca de 150 km, la forma de hacerlo depende de cada viajero. Hay algunos que optan por la gran aventura de recorrerla a pie, en unas seis etapas que están perfectamente señalizadas.
Otros, prefieren hacerlo en bicicleta de montaña (en algunos casos el trazado obligará a tomar la carretera asfaltada) y, por último, está la opción del coche.
No hay una manera mejor que otra, pero, obviamente, el que decida caminar tendrá una experiencia mucho más auténtica, cercana y trabajada de la ruta.
Cuánto tiempo necesito para recorrer la Ruta de los Primeros Pobladores de Europa
Esta cuestión está relacionada con la anterior.
En el caso de recorrer la senda caminando, la duración mínima suele ser 6 días. Aunque siempre se pueden hacer distintos viajes para recorrerla por tramos.
En bicicleta puede bastar con la mitad de jornadas que andando, mientras que bastaría con un par de días si se realiza en coche (contando con las paradas en museos, pueblos y atractivos naturales).
Cuál es la mejor época del año para recorrer la Senda de los Primeros Pobladores de Europa
El mejor momento para emprender esta aventura es durante la primavera, desde finales de abril a primeros de junio.
En esa época, las temperaturas son agradables, pero sin llegar al calor extremo que calcina los campos del noreste granadino en la época estival. El invierno es algo gélido, mientras que otoño se puede considerar la segunda estación más benévola, con ese colorido que otorgan al paisaje los árboles de hoja caduca.
Qué ver en la Gran Senda de los Primeros Pobladores de Europa
En esta magnífica ruta podremos disfrutar de todos los componentes que convierten a un viaje en algo inolvidable: bellos paisajes, patrimonio y monumentos culturales, gente hospitalaria y rica gastronomía.
Como sería imposible relatar todos los puntos interesantes de la senda en un solo artículo, vamos a destacar los más importantes:
Museo Arqueológico de Galera
En la pequeña población de Galera, encontramos el museo más completo de la ruta. Inaugurado en el 2001, se aloja en el antiguo convento de monjas del Cristo Rey, un bello edificio ubicado en el centro de la localidad.
En el Museo Arqueológico de Galera hallarás objetos de las distintas culturas que poblaron esta zona a lo largo de la Historia. Así, hay monedas árabes, antiguas rocas labradas romanas, figuras fenicias (como la réplica de la alabada Dama de Galera) y un buen número de utensilios de la cultura argárica, que habitó en el sureste de la península ibérica hace algo más de cuatro milenios.
Sin embargo, no hay pieza más famosa que la Momia de Galera. Se trata del cuerpo de uno de los dos individuos que se encontraron sepultados en el nicho 121 del yacimiento de Castellón Alto (situado a las afueras de Galera). Era un hombre y su hijo, encontrando al progenitor en perfecto estado de conservación, hecho que supuso un hito en el descubrimiento de las costumbres y aspectos del mundo argárico.
La momia original se encuentra en una urna especial. Contemplarla es como viajar en el tiempo. Un auténtico tesoro arqueológico que debe ser valorado como se merece.
Museo Primeros Pobladores de Europa
El otro museo de renombre en la ruta es el Museo Primeros Pobladores de Europa, que se encuentra en la localidad de Orce.
Sin embargo, lo mencionamos por detrás del de Galera porque pensamos que es mucho más completo el primero. En el museo de Orce disfrutaremos de un vídeo explicativo de cómo era la zona hace miles de años y una sala en la que se exhiben los fósiles originales de un mamut encontrado junto al antiguo lago, además de réplicas de huesos humanos y cráneos de tigres de dientes de sable y otras especies ya desaparecidas.
Yacimiento arqueológico de Castellón Alto
En las laderas de un par de colinas situadas a las afueras de Galera se encuentran las ruinas, bastante bien conservadas, de un antiguo poblado argárico que fue habitado en algún momento de la Edad del Bronce, entre los años 1.900 a. de C. y 1.600 a. de C.
No hay mejor manera de explorar el yacimiento de Castellón Alto que reservando una visita guiada en la que poder admirar las viviendas repartidas por las distintas terrazas, así como las tumbas que se hallaban dentro de las mismas.
Si disponemos de algo más de tiempo, no hay mejor plan que alquilar unas bicicletas eléctricas y recorrer las badlands que rodean al yacimiento. Un paisaje singular que merece la pena disfrutar con tranquilidad.
Otro yacimiento arqueológico cercano a Galera que merece la pena explorar es la Necrópolis de Tútugi, que representa una de las muestras más extensas e importantes de la cultura íbera en España.
Secuoyas y estrellas en La Sagra
En el collado de La Sagra, donde su pico más alto se eleva hasta los 2.381 metros sobre el mar, los cielos son tan limpios que se instaló un observatorio astronómico. Al tratarse de un complejo situado en una finca privada, debemos concertar una cita previa para visitar las instalaciones y realizar un taller nocturno de estrellas. Es una experiencia que jamás se olvida.
Muy cerca del gran telescopio del observatorio, en la finca La Losa, unos enormes árboles se saben extraños en el medio que les rodea. Son las magníficas secuoyas americanas que llegaron a estas tierras hace más de un siglo gracias a Rafael Bustos Sagade, VII marqués de Corvera. Un pedacito de otro continente que podemos admirar desde la puerta de entrada a la finca o concertando cita previa.
Castril y la cerrada del río
Otra de las paradas ineludibles de la Gran Senda de los Primeros Pobladores de Europa es el bello pueblo de Castril, con sus casas de fachadas encaladas, y engalanadas con flores de decenas de colores, remontando la ladera de ese cerro que se halla dominado por una antigua fortaleza de origen árabe.
Tras visitar el castillo y obtener unas magníficas vistas del valle y las tierras de alrededor, debemos descender hasta las faldas del cerro para recorrer la corta, pero impactante, cerrada del río Castril.
Este sendero nos lleva por una angosta garganta de paredes de roca caliza, por la que corren, alborotadas, las aguas del río Castril. En el cielo, aves rapaces y buitres nos vigilan curiosos.
Embalses de aguas azules
Sobre todo en los meses en los que el calor aprieta, no son pocos los excursionistas que se acercan a las turquesas aguas de los embalses de San Clemente y El Portillo, con la intención de refrescarse y disfrutar del paisaje.
En el caso de El Portillo, además, se puede alquilar un kayak y explorarlo desde el agua en una de las actividades más divertidas que hacer en la Ruta de los Primeros Pobladores de Europa.
Cuevas de la Morería de Castilléjar
Las Cuevas de la Morería de Castilléjar se hallan muy cerca del casco urbano de esta localidad granadina y constituyen el que podría ser el conjunto más antiguo de casas cuevas de la comarca de Huéscar.
El gran parecido que estas cuevas guardan con las Hafas de Arriba, en Benamaurel, hace pensar que pudieron ser construidas con fines defensivos en algún momento de la etapa de la dominación almohade (siglo XII).
Hoy en día, son muchas las personas de la zona que habitan en casas-cueva cuyo origen es similar al de las de Castilléjar. Y es que si algo nos demuestra la Gran Senda de los Primeros Pobladores de Europa es que el hombre nunca olvida su pasado. Somos el resultado de una evolución de millones de años. Una mota de polvo en un Universo que nos cuesta comprender.
David Escribano - Blog Viajablog
