Ermita de San Juan de la Cruz
Aunque la edificación que hoy podemos apreciar está datada en el siglo XVIII, durante la creación de la ciudad de La Carolina, la Ermita de San Juan de la Cruz se levanta sobre una antigua capilla-oratorio situada al pie del histórico Camino de Andalucía o del Puerto del Rey.
La capilla original, perteneciente a los frailes del convento carmelita de La Peñuela, fue erigida en el siglo XVI. En ella, en ‘las soledades de Sierra Morena’, vivió San Juan de la Cruz sus últimos días y de ahí para marchó a Úbeda para curar sus males. Nunca volvió.
Doña Juana de Nava y Vozmediano, a la sazón propietaria de las tierras de La Peñuela y las Torrecillas, situadas en el viejo término de Linares, las donó al rey Carlos III para la implantación de la nueva colonia de La Carolina. Fue bajo la condición de que construyese la nueva ermita a la memoria de San Juan de la Cruz. La vieja capilla se amplía, añadiendo una nave central de nuevo cuño. Aquí se levanta también el primer cementerio de la ciudad, encontrándose bajo la ermita una cripta y un osario.