Jimena de la Frontera
Es el municipio más norteño del Campo de Gibraltar, en una zona que desciende de la Serranía a través del río Guadiaro. La mayor parte de su término está incluido en el Parque Natural de Los Alcornocales, con zonas de bosque y otras de pastos, ideales para la ganadería.
Tanto paisajísticamente como urbanísticamente es un claro ejemplo de los llamados Pueblos Blancos y conserva numerosos elementos de interés como el Abrigo de Laja Alta, el Castillo, la Iglesia de la Misericordia y una fisonomía urbana de indudable encanto.
Pertenece a este municipio la población de San Martín del Tesorillo, situada en la rica vega del río Guadiaro.
Historia
La antigüedad de los primeros asentamientos humanos lo demuestran las pinturas rupestres del abrigo de Laja Alta, donde se encuentran las únicas escenas marítimas del Bronce Hispano. Para algunos autores fue Oba, colonia de los iberos; los árabes la llamaron Xemina o Ximena, denominación adoptada por los cristianos tras la conquista (1431) por su parecido con el nombre propio Jimena, al que añadieron de la Frontera, ya que constituyó durante dos siglos un importante enclave fronterizo, primero nazarí y luego cristiano.
En el siglo XVI, el bandolero Pedro Machuca se asentó en la región, estableciendo su cuartel general en el territorio próximo de La Sauceda, en el actual término de Cortes de La Frontera. Es esta la primera partida de bandoleros de la que se tienen referencias escritas, se cita en textos de Miguel de Cervantes y Vicente Espinel.
Con la pérdida de Gibraltar a principios del siglo XVIII, Jimena de la Frontera se volvió a convertir en destacado enclave militar. También a finales de este siglo tuvo lugar la construcción del segundo alto horno andaluz a orillas del río Hoz-Garganta.
La Guerra de la Independencia supuso para Jimena el ser escenario de algunas batallas y la pérdida de gran parte de su patrimonio histórico-artístico.