Gastronomía ecológica en los pueblos alpujarreños
Cierto que la despensa alpujarreña se identifica con viandas poderosas, de las que sacuden el estómago… aunque si visitamos el orgullo montañoso de Granada, comprobaremos que la opción orgánica también existe. Como el sur.
Preciosas cortijadas, comedores vegetarianos y veganos con mimbres internacionales, bares fronterizos con hamburguesas ecológicas y restaurantes donde prima el producto local. ¿Qué más podríamos querer? Cualquiera de estos ingredientes nos resultará harto apetecible si pasamos unos días alojados en hoteles en la Alpujarra. Más allá de la cultura de tapear en Granada, subiendo hacia esta comarca, tenemos la opción de comer sano, comprometiéndonos con el entorno, con el concepto de "producto de temporada”, tan sostenible. Porque otra forma de cocinar es posible, te presentamos algo de la gastronomía ecológica en los pueblos alpujarreños. Toma nota por si subes…
Finca La Alquería (Cádiar)
Aparece referida en diversos sitios, no en vano se nos presenta como un complejo rural bien acomodado en la cara sureña de Sierra Nevada. La agricultura ecológica es uno de los puntos fuertes de la Finca La Alquería, en la localidad de Cádiar: aquí se cultivan almendros, viñas, higueras, olivos y frutales que confirman la promesa de comer bien. Puedes alojarte en una de sus maravillosas habitaciones, con el follaje entrando, casi, a través de la ventana. Probar su excelso vino ecológico, basado en variedades de vigiriega, merlot, cabernet sauvignon y syrah (igualmente visitar su espacio dedicado al conocimiento del aceite y el vino en Las Alpujarras). O, "last but not least", gozar de la cocina tradicional que su comedor ofrece a los huéspedes: pucheros diversos, gachas, arroces cortijeros, ollas gitanas... ya te estás chupando los dedos, ¿a que sí?
L’Atelier (Mecina Fondales, La Tahá)
Mecina Fondales es una pedanía situada en el Sitio Histórico de la Alpujarra Media y La Tahá, terruño que conserva los valores típicos alpujarreños. Allí hay una casa rural con 350 años de vida: L’Atelier. De estilo bereber, cuenta con un restaurante vegetariano... o mayoritariamente vegano, como afirman sus anfitriones. Eso sí, todo está cocinado con productos orgánicos y locales en la medida de lo posible; también apuestan por el comercio justo. ¡Nos gusta!
Veamos qué se puede comer aquí: ensalada de algas, tabulé provenzal, curry de garbanzos, coliflor y tofu, kefir de leche de cabra orgánico... Sabores variados para una carta que va del localismo, a propuestas más orientales, en definitiva.
Restaurante Alcadima (Lanjarón)
Herencia de la cocina andalusí en la Alpujarra, es lo que hay en el Restaurante Alcadima. Hablamos de un restaurante ubicado dentro de un hotel con encanto, acomodado en Lanjarón, pueblo de aires limpios, aguas mineromedicinales legendarias y alimentos que componen una dieta mediterránea que, aquí, se une al legado morisco, y a la opción vegetariana. Ofrecen una cuidada selección con los mejores caldos y cervezas artesanales.
Y un poquito más, puesto que los entremeses son del terreno, como no puede ser de otra forma: jamón, caña de lomo, queso añejo y paté de la casa. Y es que en la montaña hay que abrigarse bien, pero en todos los sentidos.
Sonora BarBQ (Órgiva)
La globalización es lo que tiene. Un buen día abre sus puertas en Órgiva, la "urbe” alpujarreña, un restaurante-bar inspirado en los bares de carretera de la Ruta 66 estadounidense! ¡Acabáramos! Sonora BarBQ nos ofrece cocina yanqui con toque mexicano. ¿Y qué tendrá eso de orgánico, te estarás preguntando? Pues su rica hamburguesa, precisamente. Aseguran que está realizada con ternera y pan ecológicos al 100%, y parece tener ya numerosos acólitos. Además, la opción vegetariana recorre toda la carta, como los coches la mítica carretera en la que se inspira el local. Música, cenas, copas... ¿Sí o qué?
