Gádor
Gádor es un pueblo blanco ubicado en las faldas de la sierra de su nombre, con un paisaje único de oasis (huertas de cítricos) y desiertos deslumbrantes. A su término pertenecen parte del poblado de los Millares.
Entre este paisaje se levanta el pueblo, con una interesante arquitectura troglodítica, sus calles luminosas de casas blancas y su espléndida Iglesia Parroquial.
Historia
Villa situada a las faldas de la Sierra de Gádor. De origen árabe, aunque su nombre se remonta a la cultura fenicio-ibérica. Podemos destacar en su paisaje y su actividad agrícola sus valles llenos de naranjos.Del Neolítico podemos destacar el importante yacimiento del poblado de Los Millares, conjunto megalítico del III milenio a.c. y sepulturas y ruinas argáricas en las ramblas de Huéchar y Ciscarejo del III milenio a. C. Igualmente se han encontrado restos de la época romana y bizantina constatando así su poblamiento en este periodo histórico.
Durante el periodo de Al-Andalus tuvo mezquita y Aljama. Se estableció un sistema de regadío, que prácticamente es el actual, y que integraba el aprovechamiento de las aguas para la agricultura y la molienda y en el siglo XVI también para la instalación de una herrería.
Con la conquista cristiana queda una población 160 habitantes, en su gran mayoría moriscos. Con la sublevación morisca y su expulsión posterior, Gádor quedará prácticamente despoblado. Su repoblación con cristianos viejos se llevará a cabo en años posteriores a la expulsión de 1570.
Durante los siglos XVII y XVIII habrá una consolidación de la nueva población en un nuevo barranco, sobre el que está asentado el pueblo actualmente. En el siglo XIX se rompe la economía tradicional agraria de los productos de huerta, aceite y seda para introducirse en el monocultivo de la uva de Ohanes y cuando decae ésta se sustituirá por la naranja. También sufrirá una importante transformación por el desarrollo minero de este siglo. Concretamente en Gádor se establecerán complejos de explotación del azufre. Producto de esta actividad queda un interesante paisaje de arqueología industrial. Esta actividad minera se ha sustituido en la actualidad con la obtención de cementos en el paraje del Jalvo.